Eran 10 nombres más que en concreto habían manifestado públicamente sus intenciones de pelear la jefatura municipal, pero por distintos motivos se bajaron o quedaron afuera.
Una serie de dirigentes de la política y algunos “outsiders” del ámbito levantaron el cartel de “Vote por mí” y buscaron que los partidos o alguna consultora midiera qué intención de voto captaban. Hasta antes del cierre de listas el 22 de junio, Comodoro Rivadavia tenía al menos 25 precandidatos a la intendencia de la ciudad más fuerte de Chubut, sin embargo muchos quedaron en el camino –sólo diez presentaron los papeles formalmente-.
Sirley García confirmó que tenía intenciones de pelear por la intendencia en una entrevista con Radiovisión 99.9 MHz. La concejal del PJ y otrora delegada de la empresa petrolera Epsilon, decía en mayo: “Estoy manteniendo charlas con Camioneros, muchos compañeros me manifestaron su apoyo. La gente quiere algo distinto, quiere votar una persona que trabaje por todas las necesidades que hay”, Indudablemente, estar en la “rosca” de Camioneros y el PJ hicieron que la bajara sus aspiraciones y hoy espera que los resultados sean favorables para Juan Pablo Luque en el Frente de Todos Chubut.
La concejal comodorense Norma Contreras de Chubut Somos Todos trabajó en el armado de su precandidatura a la intendencia, incluso la estrategia era ir a través de un partido municipal al que denominó “Integración”. Sin embargo, ese partido forma parte desde su concepción de Chubut al Frente, la coalición que lidera el gobernador Mariano Arcioni. Finalmente, Contreras aceptó sumarte a la lista de Martín Buzzi como concejal en cuarto lugar.
El radical Christian Saffirio -en alguna época alineado al ARI de Elisa Carrió- fue otro que probó ver qué tanto picaba su nombre. Era parte de la interna de Juntos por el Cambio, la nueva versión de la alianza Cambiemos, de hecho Saffirio quedó en en la lista de concejales que llevaba Cristina Cejas, que cayó por el rechazo del Tribunal Electoral Municipal sobre cómo estaba presentada la documentación, casi a las apuradas. De Saffirio sólo quedaron algunas pintadas en paredones.
Ana Llanos se quedó sin la posibilidad de participar por la intendencia, pese a que venía auto-alentándose desde el año pasado. Tres días antes de las elecciones generales a la gobernación, Carlos Linares la reincorporó al PJ para que colabore en el Frente Patriótico. La diputada nacional, que cierra mandato el 10 de diciembre, se quejó de los cambios en el reglamento cuando el Frente se convirtió en “de Todos” y pedía un 10% de avales de Camioneros –quienes finalmente rompieron al bajar a Jorge Taboada-.
Jesús Carrizo, más conocido como “El Parapsicólogo”, era uno de los candidatos bizarros que tenía Comodoro, pero perdió la carrera contra Julio “El Gitano” Debonat, quien consiguió partido y es precandidato. A Carrizo lo venció el trabajo administrativo para poder anotar su partido Fuerza Patagónica y el TEM le rechazó varios “avales truchos” y le faltaban las afiliaciones mínimas.
El que se se corrió de un día para el otro de una precandidatura fue el ex diputado provincial Roberto Risso, uno de los históricos y más críticos dirigentes de la UCR. En febrero confirmó que quería ser candidato y decía sobre los concejales radicales: “muchas veces parecían más oficialistas que los del PJ, para mí no es bueno que el intendente o un gobernador le agradezcan a la oposición, porque ellos tienen que controlar”.
Abandonado en medio de una interna, así quedó Gonzalo Pérez. Integrante de la Agrupación Isabel, iba a ser el precandidato y anclaje en Comodoro Rivadavia de Omar Burgoa, el intendente de 28 de Julio que compitió en la interna del Frente Patriótico para la gobernación. Sin embargo, cuando Valeriana Galone, que iba de vice de Burgoa, rompió y se alió con Chubut al Frente, Pérez quedó afuera.
Guillermo Costes. , el periodista, militante radical desde sus años universitarios en Franja Morada y actual vocero de la SCPL quiso probarse de nuevo como candidato. Así como en 2003 con su partido municipal «Convergencia», pretendía ir en la interna de Juntos por el Cambio. Además, pedía de Gastón Acevedo sea candidato a diputado nacional -finalmente, se bajó a vice de Ana Clara Romero-.
Gustavo Mac Karthy, ex candidato a gobenador por el Frente Patriótico, tenía su candidato en Comodoro Rivadavia: el odontólogo Eduardo Wasserman. El ex viceministro de Salud en la gestión provincial de Martín Buzzi, hasta había mandado a hacer remeras con la leyenda «Mac Karthy Gobernador – Wasserman Indentente«.
Además de esos días, había otros nombres que sonaban como Richy Astete, Miguel Criado Arrieta, el concejal radical Pablo Martínez (públicamente ya lo había planteado en 2015), el contador «chusotista» Sergio Bohe y los funcionarios municipales Ricardo Murcia y Fernando Vivas (que ya se probó en 2011 cuando lo impugnaron de la UCR y pasó al PICh, de ahí a Chubut Somos Todos hasta «caer» cerca de Carlos Linares).
La danza de nombres es parte del juego previo a las elecciones, donde empiezan a medirse la imagen de determinadas figuras y si están en condiciones de llevar adelante una campaña electoral y coordinar un equipo de trabajo. Sin embargo, tras la victoria de Mariano Arcioni en las elecciones provinciales y el ordenamiento a nivel nacional con las fórmulas presidenciales Fernández-Fernández y Macri-Pichetto, hubo un ordenamiento y la «superpoblación» de precandidatos se redujo a la mitad.