El lugar es sostenido por la propia administradora y por donaciones de todo tipo: desde empresarios a pequeños negocios y vecinos, todos se unen a la causa que inició hace 28 años en el barrio La Floresta, aunque Norma Angulo advierte que cada vez se hace más difícil llenar la olla para darle de comer a quienes necesitan.
En el momento de abrir el lugar, seguramente Mirella de Angulo no imaginaba el reconocimiento que tendría su comedor casi 30 años después, siendo uno de los centros solidarios más renombrados de Comodoro por su trayectoria.
Mirella y Norma Angulo, su hija y administradora del comedor hace 11 años, han logrado mantener en pie al lugar gracias a su fuerza de voluntad, plata de su propio bolsillo y donaciones de todo tipo. Aunque, ante cada crisis, el panorama se hace cada vez más difícil.
El tarifazo, aprobado por el Concejo Deliberante y que prevé un aumento hasta del 60% en los servicios, pone en jaque al comedor que brinda alimento a los vecinos en el barrio La Floresta. “El tema del tarifazo es terrible. Acá trabajamos solos. Para poder pagar la luz hemos tenido que pedir préstamos cuando nos atrasamos, si no tengo luz o gas no trabajo, encima lo pagamos en cuotas porque la crisis nos mató. Va a llevar tiempo para poder salir de esto”.
“Solemos vender empanadas para poder pagar los servicios y productos de limpieza para mantener abierto el lugar”, afirma Norma, quien recuerda que durante la crisis del 2001 familias enteras se acercaban al comedor a buscar una vianda por la magnitud de la crisis que atravesaba el país, pero que aun así, pudo mantenerse en pie.
“Trabajamos con gente de todos lados que trae alimentos y demás cosas para cocinar: el municipio aporta para 30 personas –hoy en día acuden 90-, carne los lunes, pan y verduras cada 15 días. Empresarios acercan sus donaciones anónimamente, me llaman y dicen, ¿qué necesitas? Y yo les cuento. A veces me traen las cosas y otras me dan la plata para ir a comprarlas, yo lo hago y les entrego la factura, acá no se gasta ni un peso que no sea para la causa, ni tampoco un peso demás”, detalla acerca del funcionamiento del comedor.
Además, describe, hay empleados que trabajan en oficinas y al no tener tiempo para comprar alimentos y acercarlos, juntan dinero en un “fondo común” y se lo envían para que pueda comprar lo necesario y seguir cocinando para los que lo necesiten.
Para colaborar con el comedor Mirella, puede acercar sus donaciones al lugar ubicado en calle Huergo al 2380 del barrio Las Flores, como también comunicándose al 154181394 o al 4443030.