YPF, una compañía que perdió liderazgo en la industria energética

La petrolera no logró incidir en la política energética del gobierno de Mauricio Macri. Al contrario, fue perjudicada por muchas medidas del Ejecutivo. El efecto negativo en YPF de la visión sobreideologizada de la Casa…

jueves 03/10/2019 - 9:18
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La petrolera no logró incidir en la política energética del gobierno de Mauricio Macri. Al contrario, fue perjudicada por muchas medidas del Ejecutivo. El efecto negativo en YPF de la visión sobreideologizada de la Casa Rosada. El absurdo de no planificar la inyección de subsidios en el mercado de gas.

En el gobierno de Mauricio Macri, YPF perdió peso específico y liderazgo dentro de la industria energética. El ex ministro Juan José Aranguren se cansó de repetir durante los primeros dos años y medio de la gestión de Cambiemos que la petrolera controlada por el Estado era “una compañía más del mercado que debía ser tratada como cualquier otra”. Desde esa óptica, debe estar conforme. Sólo en un país engrietado, en el que las dicotomías perforan la dicusión política hasta contaminar los análisis técnicos, se puede sostener un planteo tan simplista, a todas luces, equivocado.

En cualquier lugar del mundo, en Brasil con Petrobras, en México con Pemex, en Colombia con EcoPetrol, en Rusia con

Gazprom o en Noruega con Equinor, existe una interacción permanente y provechosa entre la administración pública y laalta gerencia de esas compañías. En la Argentina, no. Ideologizado y sin ningún tipo de empatía para con YPF, Aranguren compró las ideas de los críticos de la gestión de Miguel Galuccio al frente de la organización.

El convencimiento de que YPF era una empresa sobreendeudada y excesivamente grande exculpó al gobierno de Macri de pensar una política de desarrollo de la empresa que más empleo genera en la Argentina. No hubo una visión política que piense con grandeza el futuro de YPF. “Parece que nos penalizaron por tener un componente estatal”, reconoció, en un lapsus de sinceridad, un ejecutivo de la empresa.

El Presidente recién pisó un yacimiento de la petrolera a mediados de 2018, casi tres años después de haber asumido, cuando el deterioro de su administración ya era evidente. Su desinterés, el de Aranguren y el de buena parte del Directorio erosionaron la confianza interna de la línea técnica de la empresa.

Tras cuatro años de Cambiemos en el poder, en la torre de Puerto Madero se percibe la frustración de muchos mandos intermedios. Jóvenes profesionales no alcanzan a entender por qué el gobierno no puso a la empresa en el centro de escena. Por qué no creyó, desde un primer momento, en el rol que podía jugar YPF para apuntalar el crecimiento de las exportaciones de hidrocarburos; clave para traccionar el ingreso de divisas al país.

Son varios los ejemplos de cómo ese mainstream elaborado por los funcionarios de la primera línea del macrismo se tradujo en medidas perjudiciales para la petrolera controlada por el Estado.

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