Hay un atraso en los precios del 20% con respecto a la inflación. Y se espera que este año, el precio del petróleo siga alto. La compañía está en consulta con el Gobierno.
Clarín – YPF comenzó a corregir el congelamiento en el precio de los combustibles que regía desde mayo de 2021. Arrancó con una suba del 9%, tal como adelantó Clarín en su edición del martes, pero planea aplicar más en los próximos meses.
Todavía persiste un atraso de entre 20% para igualar la inflación desde mayo hasta febrero. La compañía debe definir la forma en que llevará adelante esas recomposiciones para ponerse al día.
Además, le falta proyectar los incrementos para el resto del año. El precio del barril de petróleo Brent, que es la referencia del país, subió un 31% desde mayo. Y las perspectivas son que seguirá en alza, al menos hasta que no aplaque un escenario de tensión internacional, como el de Ucrania.
Pablo González, presidente de YPF, estuvo el miércoles con Juan Manzur, el jefe de Gabinete del Poder Ejecutivo, explicándole el plan de inversiones de este año, que alcanzará los US$ 3.700 millones durante este año.
La refinación -es decir, la venta de combustibles- es clave para que la petrolera de mayoría estatal pueda realizar esos desembolsos.
En 2021, YPF hizo ajustes en el verano y otoño, pero se comprometió a despejar el horizonte de aumentos hasta fin de año. Y lo cumplió. En marzo, anunció tres subas consecutivas (marzo, abril y mayo, que daban un 18%), y desde allí no hubo más.
La estrategia para los incrementos de este año se está definiendo. La compañía guía sus precios en consulta con el Poder Ejecutivo (ministerio de Economía, Presidencia).
La diferencia es que en 2021 se tenía que corregir lo de 2020 (cuando hubo un 36% de inflación) y en 2022 se viene de un 50% de inflación en 2021. Las previsiones del Banco Central indican que el costo de vida avanzará este año en niveles similares.
Los cálculos del sector indican que las subas de este año serán superiores a las de 2021. A favor de la petrolera, este no será un año electoral, como lo fue en 2021. Es una tradición de YPF no realizar aumentos en períodos eleccionarios, porque resultan impopulares y pueden afectar la imagen del Poder Ejecutivo de turno.
La nafta súper de YPF estaba a $ 90,40 y subió a $ 99. La premium trepó de $ 104,80 a $ 116,90. El gasoil subió de $ 84,90 a $ 93. Y el gasoil premium de $ 99,90 a $ 113,40. «Mucha gente se fue de vacaciones en enero, hubo una reactivación y no quisimos meter subas cuando los destinos turísticos venían bien», razonaban en la petrolera.
Aun con los aumentos, la nafta de YPF está barata en dólares (al tipo de cambio oficial) en relación a la mayoría de los países vecinos. Solo en Bolivia hay combustibles a menor precio. Pero Paraguay, Brasil y Chile cobran más caro que la Argentina.
De hecho, las estaciones ubicadas en Misiones venían viendo un salto del consumo de autos provenientes de Paraguay. A los coches de allí les resultaba llenar el tanque en la Argentina hasta un 20% más barato que hacerlo en su país.
Esta corrección reciente comienza a atacar esa distorsión, pero continuará a menos que se apliquen adicionales.
La administración de Alberto Fernández arrancó con Guillermo Nielsen como presidente de YPF. A los pocos meses, fue nombrado Sergio Affronti como CEO, que fue sugerido por Miguel Galuccio (ex presidente de YPF) a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Hay varios alfiles de La Cámpora trabajando en distintas áreas claves de la petrolera.
La relación entre Nielsen y los referentes de Cristina Fernández no funcionó. El economista y especialista en deuda renunció para ir a una embajada. Y Pablo González (ex vicegobernador de Santa Cruz) llegó a la presidencia de la compañía. Desde allí, el trabajo entre los distintos sectores mejoró, según fuentes oficiales.
El oficialismo también está definiendo otros precios de la energía, como son las tarifas de gas (ya se celebraron dos audiencias públicas) y luz (habrá una en dos semanas). La vicepresidente Fernández de Kirchner le presta especial atención a este sector, más que a otros de la economía, según describen en el Poder Ejecutivo.