Tras la reunión sostenida entre el Intendente de la ciudad, Othar Macharashvilli, y altos ejecutivos de YPF, la Municipalidad de Comodoro Rivadavia desea comunicar los siguientes puntos clave, derivados de una decisión corporativa de YPF que impacta significativamente la estructura socioeconómica de nuestra ciudad.
Es de conocimiento general que, hace tres meses, YPF notificó su intención de cesar sus operaciones productivas en Comodoro Rivadavia. Ante este anuncio, la Municipalidad exigió el establecimiento de un programa de trabajo, que comprometa a la empresa a garantizar la continuidad laboral y empresarial, reflejando así su estatura como corporación de renombre internacional cotizada en bolsa.
Como resultado, en el día de hoy se acordó la constitución de mesas de trabajo enfocadas en evaluar y abordar la situación de los trabajadores y las empresas asociadas directa e indirectamente con YPF. Ha quedado claro para la empresa que estas cuestiones son de importancia crítica para nuestra ciudad.
Con el contrato de YPF próximo a expirar en 2027, es imperativo que la empresa cumpla con los términos acordados en la renegociación de 2013. Nuestra ciudad enfrenta necesidades urgentes que no deben ser ignoradas.
Subrayamos la necesidad de un compromiso sostenido, que se proyecte a futuro, hacia un horizonte de colaboración continua. La finalización de actividades en el sector petrolero requiere un cumplimiento íntegro de los compromisos asumidos, enfocándose en un desarrollo futuro que evite repercusiones negativas y fomente una estrategia energética sostenible y favorable para nuestro entorno y comunidad.
La retirada de una operación petrolera no puede efectuarse de manera abrupta, al igual que la finalización de un contrato en este sector. Es esencial cumplir rigurosamente con los compromisos establecidos, enfocándose en un futuro próspero que evite repercusiones adversas como la contaminación ambiental, pozos abandonados y desarrollos mal planificados. Nuestro objetivo es asegurar un enfoque que priorice la transición energética, la sostenibilidad y el bienestar de nuestra comunidad y sus industrias. Esto contribuirá a la transparencia y efectividad de nuestras negociaciones, alineándose con el ritmo y las necesidades de nuestra ciudad. La coherencia en la gestión territorial y empresarial, junto con la construcción de valores comunitarios, son fundamentales. La consistencia, el compromiso y la previsión son cruciales para añadir valor tanto a la ciudad como a la empresa.
Esta transparencia y proyección a futuro son los pilares sobre los cuales deseamos construir nuestra negociación, respetando los tiempos y necesidades de nuestra comunidad. En esta interacción entre el ámbito corporativo y el desarrollo urbano, es fundamental mantener la integridad, compromiso y visión a largo plazo, pilares que cimentan el valor tanto de una empresa como de una ciudad.