La cifra representa una merma de 20% respecto al año anterior, debido a los inconvenientes que la compañía y el sector enfrentaron en 2019.
La petrolera YPF planea invertir en 2020 alrededor de US$ 2.800
millones, una cifra que representa una merma de 20% respecto al año
anterior, debido a los inconvenientes que la compañía y el sector
enfrentaron en 2019.
Además, la petrolera tiene un cronograma de vencimientos para los
próximos doce meses por un monto estimado en US$ 1.500 millones, que
buscará refinanciar.
Así se desprende del presupuesto elaborado por la compañía para este
año, que su CEO, Daniel González, se encargó de transmitir a los
inversores a través de una teleconferencia realizada el viernes último.
Allí, el directivo dijo que YPF cuenta con «un plan consistente y
realista para 2020» que permitirá sortear los problemas que la petrolera
afrontó en 2019 a raíz de la situación macroeconómica, la caída de los
precios del gas y las regulaciones del sector.
La realidad ya era anticipada por los directivos de la petrolera desde
septiembre, cuando comenzaba a preverse la necesidad de una reducción de
su actividad de 2020, en particular, por efecto del congelamiento de
precios y por las dificultades de financiamiento que impone la coyuntura
en el país.
Esa mirada hoy se concreta con el anuncio de que YPF invertirá este año
en sus operaciones alrededor de US$ 2.800 millones -US$ 700 millones
menos que en 2019-, de los cuales US$ 1.800 millones se concentrarán en
tres áreas de la ventana de oil de Vaca Muerta: Loma Campana, Amarga
Chica y Bandurria Sur.
«Pondremos el enfoque en acelerar los desarrollos de shale oil desde el
núcleo central con 101 nuevos pozos, una producción bruta de 155 kboe/d
de petróleo y 11 equipos de perforación» planteó González a los
inversores.
Según los números que manejan en YPF, la producción de crudo en 2020 crecerá 2% mientras que la de gas caerá 8%.
Durante el contacto con los inversores, González dijo que «este año
tendremos un nivel de actividad más bajo en el ‘upstream'», y aclaró que
la empresa hará «foco en el desarrollo del shail oil mientras toma un
´wait and see´ (esperar y ver) para analizar los proyectos de gas
natural hasta que este mercado se estabilice y empiece a crecer
nuevamente».
La idea de la empresa es «estar preparados para reaccionar rápidamente
cuando las condiciones mejoren y crezcan pronto» tanto en materia de
precios como de demanda.
YPF, en los resultados del último trimestre de 2019 enviado a la Bolsa el jueves pasado,
informó una pérdida operativa superior a los $ 33.000 millones; una reducción en la producción de hidrocarburos de 3%.
Además del congelamiento de los precios dispuesto por el gobierno de
Mauricio Macri en agosto por un plazo de 90 días, el mercado del gas
también marcó fuertemente el rojo operativo de 2019, con una menor
demanda que obligó a ralentizar la producción de pozos y por la caída de
precios de US$ 4,5 por mbtu que promedió en 2018 a US$ 3,6.
Sumado a la necesidad de financiamiento que enfrenta la petrolera, en un
contexto más que complejo de deuda soberana y corporativa, YPF tiene la
decisión de ‘rollovear’ o refinanciar compromisos por US$ 1.557
millones para 2020.
El acercamiento de nuevos socios estratégicos para las áreas que tiene
titularidad en Vaca Muerta es la clave para atraer los dólares que Vaca
Muerta e YPF necesitan, y esa será la continuidad de una estrategia ya
comprobada con las alianzas con Chevrón, Exxon, Total, Equinor,
Petronas, entre grandes jugadores internacionales.
La caída internacional de precios por el efecto del coronavirus en la
economía global también aporta complejidad al panorama local, ya que con
un ‘brent’ a US$ 45 el barril -y en tendencia descendente- anticipa que
se viene «un año de menos exploración e investigación», según estimó
González.
No obstante, la empresa logró significativas mejoras en su ‘break even’
-o precio de equilibrio por pozo-, respecto de lo cual, dentro de la
posibilidad de controlar el precio del ‘commodity’, se destaca una
combinación del incremento de la productividad y una reducción en el
capex que YPF encabeza en Vaca Muerta.
La petrolera también ratificó su apuesta a los recursos convencionales, y
la inversión que lleva adelante en recuperación secundaria y terciaria
con el desarrollo de 10 plantas de inyección de polímeros que permitirá
sacar provecho de los pozos maduros.
«La compañía se desenvolvió durante 2019 en muy difíciles circunstancias
pero tenemos un plan consistente y realista para 2020», fue el mensaje
final que transmitió el CEO de la petrolera a los inversores.