La operadora controlada por el Estado quiere reducir sus costos operativos en campos maduros de petróleo, para lo cual solicitó a empresas proveedoras y contratistas que presenten alternativas para recortar hasta 900 puestos de trabajo en ese tipo de reservorios. Rincón de los Sauces y Cutral Co, las localidades más afectadas.
La petrolera con mayoría accionaria estatal YPF tomó en las últimos semanas la decisión de readecuar de forma significativa su operación en yacimientos maduros de crudo de Neuquén, con epicentro en las localidades de Rincón de los Sauces y Cutral-Co. La reestructuración —que, según explicaron fuentes al tanto de la iniciativa, obedece a la necesidad de bajar los costos operativos en ese tipo de campos— contempla la salida de alrededor de hasta 900 trabajadores enrolados en empresas contratistas, según comentaron EconoJournal fuentes del sector de servicios petroleros.
En YPF consideran que el personal afectado a la explotación de yacimientos convencionales de petróleo está sobredimensionada. Por eso, lanzó una política que apunta a readecuar los costos de producción en este tipo de reservorios y evitar su cierre ante el bajo nivel de rendimiento que registran varios de ellos por tratarse de yacimientos maduros, con muchos años de explotación. En concreto, hace 15 días, YPF solicitó a un grupo de 10 compañías de servicios petroleros que presenten planes y alternativas para desvincular —mediante retiros voluntarios, jubilaciones o despidos— a buena parte de los operarios afectados a campos maduros. La petrolera que preside Miguel Gutiérrez pretende una revisión a la baja de las tarifas de servicios.
El tema ya está en agenda de firmas proveedoras, nucleadas en varias cámaras sectoriales, y de los sindicatos del sector de base y jerárquicos dado que generará pérdida de puestos de trabajo tanto en zona de operaciones como entre fabricantes de materiales y equipos, muchos de ellos Pymes.
Tanto Guillermo Pereyra, líder del gremio de petroleros privados y senador nacional del Movimiento Popular Neuquino, como Manuel Arévalo, de Jerárquicos, están al tanto de la situación. Ambos declinaron de realizar comentarios ante la consulta de este medio. El escenario importa especialmente a otro peso pesado del sindicato petrolero, Marcelo Rucci, intendente de Rincón de los Sauces y número dos de la organización.
La decisión de encarar esta revisión de costos en Neuquén tiene como antecedentes criterios similares ya adoptados por YPF en Santa Cruz y Chubut el año pasado, una vez caducado en 2016 el esquema de precios para el entonces denominado “barril criollo” con el que se procuraba mantener activos yacimientos y empleos en esas provincias ante la fuerte baja que registraba el petróleo en el mercado internacional (llegó a cotizar en torno a los 30 dólares).
En los últimos meses los precios del crudo WTI se ubicaron en una banda de entre 63 y 70 dólares el barril y ello debería redundar en una relativa estabilidad operativa en yacimientos convencionales, al punto tal que los gremios petroleros de Chubut y Santa Cruz aspiran a cierta recuperación de los niveles de actividad (en cantidad de días por semana) , luego del ajuste a la baja de personal ocurrida en esas provincias en 2017, en un número no inferior a los 2.000 puestos.
Cierto es que en Neuquén los mayores esfuerzos de inversión de las empresas –entre ellas YPF- está puesto en el desarrollo de reservorios no convencionales en Vaca Muerta, pero la propia compañía indicó su disposición a continuar invirtiendo en programas de recuperación secundaria para seguir explotando pozos convencionales.
Así las cosas, también las empresas proveedoras de todo tipo de servicios y materiales manifestaron su preocupación ante el requerimiento de YPF de revisar a la baja sus precios, lo cual –aclaran- “ya tiene antecedentes”.
El objetivo
En octubre del año pasado el presidente de YPF, Miguel Gutierrez, anticipó que en el actual escenario de la industria petrolera debían considerarse cambios para trabajadores y empresas prestadoras de servicios en los yacimientos convencionales.
Fue en oportunidad de la última Expo Oil & Gas (IAPG-Buenos Aires), donde Gutierrez remarcó que para YPF el área “Vaca Muerta es el futuro, pero los convencionales son el presente”, y afirmó que “tenemos importantes oportunidades en las áreas convencionales, debemos mejorar los factores de recuperación”, en yacimientos que ya están maduros y no producen como antes.
Gutierrez remarcó que futuras inversiones en ese rubro también se relacionan “con un fuerte trabajo interno para ver como trabajamos en el área convencional, el país y nosotros lo necesitamos porque debemos aumentar los reservorios”, y agregó que “se deben mejorar aspectos de la lógistica y vamos a aplicar medidas del no convencional al convencional”.
Tales declaraciones resultan en sintonía con las conversaciones ahora encaradas por la petrolera, y su contenido en detalle incluiría también posibles propuestas de cambios en cuanto a los sueldos, a las tareas a desempeñar y a la incorporación de nueva tecnología, que implicaría menos puestos de trabajo por pozo.
Desde la petrolera se ha optado por el bajo perfil en torno a este tema. Se refiere que “por ahora se trata de una consulta” y que se procura “optimizar el proceso de produccion”, a la vez que se procura evitar conflictividad con trabajadores y proveedores, lo que constituye todo un desafío.
En abril de 2017 más de 200 trabajadores despedidos se organizaron por turnos para cubrir cada uno de los siete piquetes que se mantuvieron activos, entre ellos Puesto Hernández, Lomitas, Chihuidos, Cañadón Amarillo, Auca Mahuida y todas las áreas operadas por YPF en cercanía a Rincón de los Sauces.
Por envergadura de empresas y tipos de servicios que proveen, las firmas se nuclean en torno a la Camara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales (CEOPE), CAPIPE, y la regional patagónica CAPESPE y la neuquina CEIPA creada tras la privatización de YPF en la década del noventa.
Desde el sector empresario proveedor se indicó a EconoJournal que en las reuniones que se vienen manteniendo con YPF se les planteó que “la prioridad es bajar costos”. Y al respecto señalaron que “la variable somos nosotros porque hay un costo argentino que es alto si se nos compara con las piezas y equipos importados”.
Entre las pymes proveedoras se admitió que “hasta ahora han sido reuniones que terminaron infructuosamente, sobre todo para quienes sostenemos que se le de prioridad a la industria nacional en la compra de productos que se fabrican en el pais”.
La Resolución
Entre las empresas pymes proveedoras se hace incapié en los efectos negativos que esta teniendo la resolución conjunta 629/17 de los ministerios de Producción , de Hacienda y de Energía, que estableció un régimen de importación de bienes usados para la industria hidrocarburífera. y que rige para la explotación de yacimientos convencionales y no convencionales.
La fuente empresaria consultada destacó a modo de ejemplo que “por la menor actividad en yacimientos convencionales, a nivel de las pymes industriales del rubro estimamos que en los dos últimos años se perdieron 15 mil puestos de trabajo”.