Para ayer estaba anunciado un paro de actividades de los empleados del área técnica y de sistemas de YPF, promovido por el Sindicato de Informáticos y Afines de Río Negro y Neuquén (Siarne), en reclamo del pago de salarios atrasados y por las condiciones laborales.
Finalmente, la medida de fuerza fue suspendida ante el llamado al diálogo de la empresa. Sin embargo, a miles de kilómetros, en el edificio corporativo en Puerto Madero, la asamblea de accionistas de la petrolera que ahora comanda el Gobierno nacional estaba reunida por el mismo tema: debatir los salarios anuales, pero para los directores de la nueva YPF.
Lo resuelto en ese encuentro es que la petrolera pagará a sus directores honorarios por $ 4,97 millones de pesos al mes, un monto que se repartirá entre 17 titulares y 11 suplentes, según una investigación publicada hoy en el diario Clarín.
A simple vista, la cifra, a dividir entre 28 directores y ejecutivos, podría no llamar la atención o no parecer tan abultada. Sin embargo, el conflicto surge al revisar cuánto cobraba el directorio hasta que Repsol vio expropiado el 51% de su participación en la compañía y mientras los Esquenazi, titulares del Grupo Petersen y accionistas de YPF, tenían voz y voto en la petrolera.
La asamblea de accionistas en la torre corporativa en Puerto Madero arrancó a las 11 del martes 17, con una hora y media de retraso y presidida por el titular de YPF, Mario Galuccio, según relata el matutino.
El clima era distendido hasta que se trató el tema de los honorarios del directorio. El hombre de CFK en la petrolera recordó que el año pasado, cuando estaba en manos de Repsol, se pagaron a los directores $ 59,7 millones a los directores ($ 4,97 millones por mes), pese a que sólo se había aprobado en la asamblea de entonces menos de la mitad: $ 21,4 millones.
Esa visión crítica de Gallucio sobre el tema chocó finalmente con lo resuelto en la asamblea que él mismo encabezó, ya que en monto de salarios aprobado para los nuevos directores “nacionalizados” en 2012 iguala al de los criticados de la anterior gestión “expropiada”.
La propuesta oficial para abonar las tareas de Galuccio, sus ejecutivos más cercanos, los representantes de las provincias y, además, el número dos de la CGT de Moyano, el sindicalista petrolero Guillermo Pereyra, fue de $ 34,8 millones para todo 2012 (por sólo sietes meses).
Ese monto, a repartir entre los 28 directores, pero que se aclaró abarca desde el 4 de junio (cuando asumió la nueva gestión) hasta el 31 de diciembre, implica un salario promedio para cada uno de $ 177.500 por mes. Casi lo mismo que cobraron todos los directores el año pasado, antes de la “nacionalización”.
Otro tema poco claro es cómo algunos representantes de las provincias, como el ministro de Economía de Santa Cruz Ariel Ivovich, que según el portal de noticias Opi Santa Cruz ganaba un sueldo de $ 80 mil por mes por integrar el directorio de YPF (que ahora más que duplicaría), puede dividir su tiempo entre su gestión en la cartera de hacienda de esa provincia (por cierto hoy complicada en varios frentes), y participar en simultáneo como director de la petrolera, tarea por la que además recibe una remuneración adicional.