La petrolera YPF, junto a la Destilería Argentina de Petroleo (Dapsa), empiezan a operar los bienes de Oil Combustibles, la petrolera que perteneció a Cristóbal López, declarada en quiebra. Ahora YPF comienza a delinear su estrategia para mejorar el esquema de negocios a partir de la compra de los bienes que la compañía nacional adquirió bajo licitación pública.
En Oil informaron a los estacioneros de su firma que desde hoy se producirá el cese de la continuidad de la explotación de la empresa y se dispuso la extinción definitiva de las relaciones laborales del personal, que pasará a manos de YPF y Dapsa. Si bien ya está definida la compra, aún se espera a la firma de la sesión definitiva de los bienes.
En total, YPF se hará cargo de la refinería de San Lorenzo (Santa Fe), una red de aproximadamente 220 estaciones de servicio y el sistema logístico. La compra se realizó por un monto cercano a los US$85 millones.
En YPF confirmaron que hay un compromiso para llevar adelante un plan para “asegurar la sustentabilidad del negocio”. La estrategia para poner en marcha los activos de la ex petrolera de López consta de tres cuestiones sobre las que ya se está trabajando: la remediación de la refinería, la logística y la red de estaciones de servicio.
En primer lugar, la refinería de Oil en la localidad santafecina tenía un problema de contaminación por filtraciones de hidrocarburos sobre el suelo, para lo que se deberá hacer un trabajo de detección y luego reparación del problema. Según explicaron en YPF, se continuarán los planes de remediación en la refinería y se “implementará con sus equipos técnicos los planes para mejorar la condición de parada segura de la planta”.
Por otro lado, YPF se hará cargo de la operación de la terminal fluvial, acomodando la vinculación logística con la terminal San Lorenzo que YPF tiene en la zona, junto con la refinería de Oil, con el objetivo de potenciar el abastecimiento en la llamada zona núcleo del país – desde Santa Fé, Entre Ríos, parte de Chaco, entre otros lugares del Litoral-.
Además, YPF planifica utilizar la capacidad de almacenaje para sus propias operaciones logísticas, tanto para el abastecimiento del mercado local como para la eventual expansión en mercados regionales –según publica La Nación-.
En relación a la red de estaciones de servicio Oil, continuará siendo abastecida por Dapsa, como ocurre desde mayo. Son 220 estaciones de servicio que mantendrán la marca Oil y seguirán operando según los contratos firmados por los estacioneros hasta tanto conste su duración. Luego, los dueños de cada boca de expendio deberán negociar un nuevo vínculo con Dapsa.
El pasado 11 de mayo, la firma de combustibles que pertenecía al grupo Indalo, de Cristóbal López y Fabián De Sousa fue declarada en quiebra. Con esta decisión, también se desató un conflicto para las estaciones de servicio encadenadas a la cuestión judicial, para las que se resolvió adjudicarles a Destilería Argentina de Petróleo (Dapsa) y a YPF el abastecimiento de los combustibles en la “etapa de transición” previa al llamado a licitación y la posterior compra.
López está detenido con prisión preventiva y está procesado en una causa en la que se lo acusa de administración fraudulenta por la presunta evasión de $8000 millones en impuestos de la compañía petrolera.