Yolanda y Dora: Casi 60 años de una amistad inquebrantable

El sábado 6 de noviembre, Dora cumplió 90 años, y a su lado la acompañó Yolanda, quien también los cumplió el 24 de octubre. Son amigas desde hace 57 años. Una amistad colmada de historias,…

sábado 13/11/2021 - 16:41
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El sábado 6 de noviembre, Dora cumplió 90 años, y a su lado la acompañó Yolanda, quien también los cumplió el 24 de octubre. Son amigas desde hace 57 años. Una amistad colmada de historias, anécdotas de cuando trabajaban en el Hotel Austral y memorias que reforzaron el sentido de sus vidas.

Corría el año 1964 cuando Yolanda Martínez y Doralisa Vera se conocieron. En ese entonces, Comodoro Rivadavia era una ciudad que aún se encontraba en crecimiento. 

Con una población que alcanzaba los 40 mil habitantes, en la década del 60´ se inauguraba el Liceo Militar General Roca,  iniciaban  las obras del acueducto Lago Musters-Comodoro Rivadavia, para solucionar la permanente falta de agua en la zona y empezaba el auge de los medios de comunicación locales con la aparición del Diario Crónica, El Patagónico y Canal 9. Y sin duda, un Comodoro en el que se cumplía la famosa frase que conocemos en la actualidad, “vientos, eran los de antes”.


Panorámica de la ciudad a inicios de la década del 60. Fotografía Archivo Histórico Municipal.

Fue en 1964 cuando Yolanda entró a trabajar en el Hotel Austral como mucama y se vieron por primera vez con Dora.  En ese entonces Dora ya se encontraba trabajando allí. “En el hotel cumplíamos las funciones de mucamas. Ella trabaja en el quinto piso y yo en el cuarto. Limpiar, hacer las camas, baldear los baños, entre tantas otras tareas” recordó Yolanda a El Comodorense.

Dora fue quien la recibió y la incluyó al equipo de trabajo, y con el correr del tiempo, esa relación de compañerismo se fue afianzando, al mismo tiempo que se volvían más respetables. “Nosotras no teníamos encargada, la encargada era para otros pisos. Don Roqueta sabía cómo trabajamos nosotras, cómo limpiábamos y cuán responsables éramos. Don Antonio Roqueta, siempre decía: “A Yolanda y a Dora no le dicen nada”, expresó Yolanda al mover sus manos recreando aquellos momentos.

Pero nunca faltaba el momento para distenderse un poco durante las largas jornadas laborales. “Cada una trabajaba en su piso, pero a veces nos juntábamos a chusmear un poquito. Entonces, ella, al estar en el quinto piso, bajaba, nos encontrábamos en las escaleras y chusmeábamos. De todo un poco, para conversar. Pero un ratito, nomás” dijo mientras esbozaba una sonrisa pícara en su rostro.

Dora en su cumpleaños número 90, junto a Yolanda (derecha)

Así, entre momentos compartidos, en la década del 70, Dora se convirtió en madrina de la hija menor de Yolanda, y a partir de ese acontecimiento y hasta la actualidad, siempre se trataron de “Usted”, jamás se tutearon. Forma auténtica de la época que representaba atención y respeto. Por supuesto, los saludos con doble beso. 

Por aquellos años, también fue difícil sobrellevar la economía en cada familia y a veces la plata del sueldo no era suficiente. Yolanda, viuda en ese momento y madre de tres hijos, comentaba que muchas veces hacía el servicio de lavandería particular. “Había turnos en los que salía a las 10 de la noche. Traía ropa de los clientes para lavar en casa, entonces era un pago extra. Tenía una olla grande de aluminio, y le decía a las chicas -sus hijas- que me tengan el agua caliente, para poder llegar y lavar directamente”.

Como premisa de una verdadera amistad, siempre estuvieron una para la otra y las amigas continuamente se tendieron la mano, “a Dora la llamaba mi ´banquito´, porque a veces me quedaba sin plata y ella me prestaba” rememoró Yolanda.

Dora y Yolanda, con 90 años de edad cada una, se convirtieron en la dupla de cada encuentro. En festejos, cumpleaños, celebraciones, acontecimientos buenos y no tan buenos, siempre se acompañaron. Una amistad que se volvió inquebrantable.


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