El 22 de diciembre finalizó en el Tribunal de Santa Rosa le etapa probatoria y de alegatos del juicio por el asesinato de Lucio Dupuy. Ese mismo debate oral, se encontró culpables de homicidio agravado a Magdalena Espósito, la madre del chico de 5 años, y a su pareja Abigail Páez. A esta última, además, se le agregó el delito de abuso sexual contra el menor.
Mañana viernes, será la audiencia final: se dictará la pena que corresponde para ambas. La querella de la familia de Lucio y la fiscal Verónica Ferrero pidieron prisión perpetua para ambas, según publica Infobae.
Antes de la condena, Páez y Espósito, pronunciaron sus últimas palabras.
La primera en hablar fue Abigail Páez. Curiosamente, en su última posibilidad de expresarse antes de la condena, la novia de la madre de Lucio comenzó pidiendo por una moto:
“Yo tengo una moto retenida que quisiera darle a mi mamá el poder de retirarla en el caso de que quede desprendida de todo esto porque entiendo que ella no tiene nada que ver con lo que se está tratando. En segundo lugar, quería aclarar la versión esta que anda dando vueltas y que dio vueltas durante todo el juicio con respecto a que yo dije varias versiones de lo que había pasado. Eso no fue así”.
¿A qué se refiere Páez? Cuando Lucio ingresó al Hospital Evita de Santa Rosa, herido y sin signos vitales aquel 26 de noviembre del 2021, la acusada dijo que les habían robado en su casa y que los supuestos delincuentes habían abusado del chico.
“Yo solamente dije al vecino que me asiste, que nos asiste a mi y a Lucio cuando lo llevo a la salita. Él me preguntó qué pasó y yo le hice referencia a que podrían haber entrado a robar. Sinceramente, no lo declaré ni en la policía ni en ningún lado porque no fuera verdad. Simplemente fue un momento, no sé, de desesperación en el que lo primero que se me ocurrió decirle fue eso porque no lo conocía al hombre y no tenía nada que ver con lo que estaba pasando”, siguió Páez.
Luego, trató de defenderse de supuestas mentiras, sin que nadie la acuse en ese momento de eso, porque no aceptó preguntas de ninguna de las partes:
“Yo no vine acá a mentir. Vine a dar mi versión y la verdad de los hechos y todo lo que pasó. Y aunque no lo juré, como si se lo hizo jurar a todos los testigos, yo lo juro por todas mis creencias. Lo que yo dije en este lugar es la verdad. Todavía lo sigo sufriendo mucho”
“A pesar de todo lo que pudieran llegar a decir de mí, que es horrible todo el tiempo escucharlo, pero así y todo yo pido perdón a las personas que se hayan sentido tocadas con el tema y con toda la situación. A quien realmente lo llore y lo extrañe como me pasa a mí, y supongo que a su mamá. Y a mi familia, que realmente estaba muy cerca de él. Pedirles disculpas a todas las personas que se sintieron mal con esta situación. A mi mamá, porque le fallé, mi mamá no me enseñó estas cosas. Esto fue algo que no sé cómo paso”.
Para finalizar, Páez habló de sus borrosos recuerdos del día del asesinato: “Tengo muchas lagunas en la cabeza, muchas imágenes cortadas. Y si no conté detalles de ese momento es porque, realmente, estoy muy traumada. No es fácil llevar a un nene que estás criando al hospital, muerto. Mucho menos sabiendo de la culpa que yo correspondía con todo esto. Yo sé que él me perdonó, porque tengo mucho contacto espiritual con él y ojalá yo también me pueda perdonar porque sé que lo lastimé”.
Inmediatamente después de las palabras de Páez, fue el turno de Magdalena Espósito, la madre de Lucio.
La mujer utilizó sus últimas palabras para atacar a la familia paterna de Lucio, en especial a Cristian, el padre: “En primer término me gustaría hacer una valoración que, a mi ver, es injusta. A mí se me está acusando de una supuesta omisión y de un supuesto rechazo a la maternidad, y de no haber cumplido con mi deber como madre. Entiendo que, en términos, fue así y asumo mi culpa. Pero a mí se me critica por eso y al padre, al progenitor, porque la palabra ‘padre’ que le queda bastante grande, se lo justifica”.
Igualmente, hay que aclarar que el juicio era para encontrar a las culpables del asesinato de Lucio, no para discutir sobre presencias o ausencias en la vida del menor.
A pesar de esto, Magdalena continuó: “La responsabilidad era de los dos. Tanto mía, como madre, y él, como padre. Porque no lo hice sola a Lucio. Lo hicimos entre los dos. Él se desentendió siempre. Lo único que hizo fue pasar en algún momento la pensión alimentaria pero a mí me pareció siempre importante que estuviera presente”.
Por último, se refirió, especialmente, a Ramón y a Silvia, los abuelos paternos de Lucio. Ambos denunciaron desde el primero momento, y lo repitieron en el juicio, de que tenían prohibido ver a su nieto por orden de la madre y su novia.
Ante esto, Espósito contestó: “La verdad es que Lucio tenía contactos con todos. Y si ellos no estuvieron conformes con el contacto que tuvieron con el nene cuando estaba vivo, es porque no se esmeraron en tenerlo. Solamente eso. Porque se sigue diciendo que nosotras les prohibíamos el contacto y no es así”.
Las dos terminaron sus ultimas palabras, sin mencionar la frase que es casi un cliché en las personas que están a punto de ser sentenciadas: “Soy inocente”.
Aunque se sabe que las dos mujeres son las asesinas de Lucio Dupuy, aún resta conocer cuál es la pena que recibirán. Esto se conocerá mañana viernes a las 12.