«Me llamaron de la Armada a la medianoche y me pidieron que no dijera nada hasta que se lo comunicaran a los familiares», dijo a diario LA NACION la jueza Marta Yáñez, y agregó: «Haberlos ubicado es una forma de que los familiares puedan procesar el duelo».
El teléfono de la jueza de Caleta Olivia Marta Yáñez hacía meses que no sonaba a la medianoche con noticias tan trascendentes en la causa que le acaparó todo un año de trabajo: encontraron el submarino ARA San Juan casi 367 días después de su último contacto.
Para la magistrada la ubicación del submarino que llevaba 44 tripulantes a bordo significa que, en «la causa se podrá relevar las condiciones físicas en la que se encuentran». Y agregó: «No es lo mismo hablar con teorías que poder hacer análisis con las imágenes que vamos a tener para peritar con especialistas. Ello llevará mayor grado de certeza, más allá de lo que se pueda decir».
«Gracias a que fueron a revisar los golpes de casco, tuvieron tiempo de revisar las imágenes de nuevo y encontrarlo», remarcó en más de una oportunidad la magistrada y sentenció: «Especulaciones hubo millones, como que fue desguazado en Ushuaia o que estaba secuestrado en Malvinas. Esto descarta muchas hipótesis y baja a tierra un montón de elucubraciones que hubo de las que jamás me dejé llevar».
Yáñez cerró: «Sí me interesaba que verifiquen el lugar de los golpes de casco para tranquilidad de la familia y descartarlo a ciencia cierta en la investigación. Esto dio tiempo para recabar las imágenes».