Lo aseguró el titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcatti, quien apuntó contra la política agropecuaria del Gobierno nacional, tras el cierre del frigorífico Swift. Habló de un déficit de 12 millones de cabezas de ganado y sentenció que «nos vamos a terminar comiendo la mesa».
El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), responsabilizó a las políticas del Gobierno nacional por el cierre del frigorífico Swift, en la ciudad cordobesa de Venado Tuerto, y advirtió sobre el deterioro en la actividad.
«Hace varios años que venimos advirtiendo sobre que no puede haber una industria cuando no se produce la materia prima; la políticas del Gobierno desde el 2003 para acá nos hizo perder 12 millones de cabezas», señaló el ruralista en declaraciones a Radio 10.
Biolcati explicó que «al desaparecer la hacienda, al no haber materia prima, los frigoríficos se van debilitando y cierran». Advirtió que a esta situación hay que sumarle «la exportar restringida, donde se otorgan permisos discrecionalmente».
«Se habla de agregar valor en origen y estamos impidiendo el desarrollo de la mayoría de las actividades, producto de una política que va arrasando con la producción de las distintas actividades del sector agropecuario«, agregó.
El dirigente sostuvo que la falta de confianza provoque que no haya inversiones, situación que finalmente repercute en toda la cadena. «Faltan 12 millones de cabezas y recuperarlas implica años, a partir del momento que el productor toma la decisión de invertir en un negocio de alto riesgo».
«El precio ha mejorado, pero como siempre al final de la historia se perjudica al consumidor, porque el precio de la carne ha subido muchísimo, al productor porque no puede reponer su sector y al trabajador porque las industrias cierran», sostuvo.
Biolcati advirtió sobre «la política de defensa de la mesa de los argentinos» e ironizó sobre la falta de medidas para impulsar la producción: «Nos vamos a terminar comiendo la mesa, es la única manera se seguir».
Para concluir, el miembro de la Mesa de Enalce agropecuaria, afirmó que habrá que acostumbrarse a que «ya no somos el país de la carne y que van a ir cerrando los frigoríficos».
El grupo de capitales brasileños JBS cerró la unidad de negocios que tenía en Venado Tuerto al considerar que no era rentable por los problemas que atraviesa el sector. Desde el martes la planta permanece cerrada, sin personal para realizar ni siquiera tareas de mantenimiento.