El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este martes con un descenso del 1,89%, hasta los 39,34 dólares el barril, debido a las tensiones con China y a la mala racha de los mercados por el aumento de casos de COVID-19 en EE.UU.
A las 09.01 hora local (13.01 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en agosto restaban 76 centavos respecto a la sesión previa del lunes.
Por su parte, el petróleo Brent para entrega en septiembre comenzó la sesión de este martes con una fuerte caída del 2,13% en el mercado de futuros de Londres, hasta situarse en 41,81 dólares.
En la sesión previa, el Brent, el crudo de referencia en Europa, también cerró a la baja, con una caída del 1,20%, en una sesión en la que se conoció que los 13 países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ingresaron por sus exportaciones un 18 % menos en 2019.
El precio del «oro negro» abría la sesión a la baja ante la posibilidad de que en una reunión que finalizará mañana, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y Rusia decidan relajar sus recortes de producción.
Para Edward Moya, analista de OANDA, esta posibilidad es “una opción arriesgada” y es probable que los representantes de la OPEP+ se inclinen por una tregua de un mes para mantener la estabilidad en los precios, que siguen en la cota de los 40 dólares.
La posibilidad de que la crisis se extienda en EE.UU. debido a repuntes en la pandemia del COVID-19 hace temer que la demanda de crudo siga en mínimos y la recuperación se haga esperar hasta 2021.
Los precios del petróleo se han recuperado desde la fuerte caída de abril, presionados por el recorte de 9,7 millones de barriles diarios acordado por la OPEP+ desde abril y los inversores esperan ahora que el precio de referencia en EE.UU. se mantenga cercano a los 40 dólares.