El gobernador eligió a quien era su compañera de fórmula antes del fallo de la Corte que le prohibió competir. Pero ocupará un lugar estratégico.
Alberto Weretilneck consagró la fórmula Arabela Carerras-Alejandro Palmieri para competir por la gobernación por el frente Somos Río Negro, con el que pensó buscar su segunda reelección pero la Corte Suprema de Justicia no se lo permitió.
Carreras era su compañera de binomio y por lo tanto subió un escalón con la salida del Weretilneck, quien de todos modos no se irá a su casa: sería el próximo jefe de Gabinete si su protegida se impone en las elecciones del 7 de abril, un modelo similar al del presidente ruso Vladimir Putin cuando abandonó la presidencia por primera vez, para luego volver.
El mandatario confía en que ganará porque conseguirá robarle votos en el Alto Valle al peronista Marín Soria con el aporte de Palmieri, oriundo de esa región. Carerras es fuerte en Bariloche, otra de las zonas claves del electorado rionegrino e intentará opacar al binomio de mujeres que competirá por Cambiemos, integrado por Lorena Matzen y Flavia Boschi.
La fórmula molestó al vicegobernador de Río Negro Pedro Pesatti, quien confiaba en ser el sucesor si su jefe no competía, pero no lo consiguió.
Weretilneck había lanzado su campaña cuando el Tribunal electoral de Río Negro habilitó su candidatura pese a haber cumplido dos períodos en el Ejecutivo, el primero por la muerte repentina de Carlos Soria, de quien había sido compañero de fórmula.
Pero la Corte Suprema consideró que está inhabilitado por la Constitución de Río Negro para ser un caso similar al del santiagueño Gerardo Zamora, a quien el máximo tribunal le impidió presentarse a un tercer mandato en 2013.