El máximo defensor del libre mercado de todo el gabinete del Gobierno, Juan José Aranguren, acaba de acordar con las petroleras el regreso del barril criollo. De esta manera queda sepultado el congelamiento de precios a menos de un mes de su firma. El barril de crudo quedará fijado en 69,75 dólares y las naftas aumentarán hoy 5% y un 3% mensual hasta el final del mandato de Macri, acumulando un alza del 75% en estos 19 meses.
Los técnicos de Aranguren les aseguraron a las empresas productoras que según sus cálculos el precio de petróleo internacional irá a la baja para estabilizarse alrededor de los 60 dólares y en consecuencia el esfuerzo de vender por debajo del precio de mercado no se sostendría por mucho tiempo.
Según publica el Diario de Madryn el escenario previsto por la cartera de Energía, estipula que de acá a fin de año los costos de esta medida pesarán sobre las espaldas de las productoras, mientras que la caída del crudo provocará en 2019 las perjudicadas sean las refinadoras.
Hasta hace pocos días, todas las consultoras preveían un nivel del Brent al alza, incluso cercano a los 100 dólares, producto de la ruptura del pacto con Irán por parte de Estados Unidos. Pero actualmente, trascendió la intención de Rusia de incrementar la producción, lo que podría modificar el panorama. Aunque todos los especialistas afirman que sigue siendo una lotería.
Las petroleras exigieron una fecha de esa supuesta caída y un compromiso por escrito que les asegure que si el precio del petróleo no llega a estar al nivel prometido, el Estado les otorgará una compensación por la diferencia.
Incremento mensual
El Gobierno y las petroleras acordaron un alza desde este sábado del 5%. A partir de julio habrá un incremento mensual del 3% hasta fin de año para compensar las pérdidas por la fuerte devaluación. Además, el Ejecutivo planteó un nuevo precio para el barril de crudo local.
Finalmente, y después de tres reuniones convocadas casi de urgencia en las últimas 24 horas, el Gobierno y las petroleras definieron un nuevo esquema de subas para el precio de los combustibles y un valor de referencia del crudo local diferente a la cotización internacional actual.
Las definiciones se terminaron de acordar durante esta jornada tras el último encuentro entre el ministro de Energía, Juan José Aranguren, y ejecutivos de las principales productoras y refinadoras de petróleo del país.
Traslado del impuesto
De hecho, también acordaron trasladar la nueva forma de aplicar el Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC) a los valores de las naftas y el gasoil a partir de la medianoche, lo cual implicará un incremento de entre el 1,3% y el 1,6% para los automovilistas.
La decisión, si bien fue consensuada, tiene que ver con la imposibilidad evidenciada por las empresas de absorber la nueva forma de calcular la alícuota de ese tributo que cobra la AFIP y que fue publicada durante esta jornada en el Boletín Oficial.
En un primer momento, hubo voces oficiales que solicitaron que el traslado de ese componente impositivo al precio que los consumidores pagan por las naftas y el gasoil no se concretara.
Reforma tributaria
Sin embargo, tanto las refinadoras como las productoras argumentaron que el nuevo ITC ya será percibido por la AFIP tras la publicación del decreto y que se les tornaba imprescindible trasladarlo a sus precios por no contar con margen suficiente como para una demora en reflejar ese cambio en los surtidores.
Incluso, en un primer momento, desde YPF aseguraron que no iban a modificar sus valores hasta tener definiciones sobre el acuerdo con el Gobierno, situación que con el correr de las horas terminó modificándose y la petrolera estatal también sumará la alícuota del ITC a los precios en sus estaciones de servicio.
Un cambio que deriva de aplicar la letra de la Ley de Reforma Tributaria votada por el Congreso y que además contempla que la AFIP actualizará el monto de este impuesto en los meses de enero, abril, julio y octubre de cada año, teniendo en cuenta siempre la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), surgido del INDEC y correspondiente al trimestre calendario que finalice el mes anterior al de la actualización.
Más inflación
Pero más allá de este tema puntual, en las reuniones también se modificaron las condiciones del acuerdo firmado por la industria y el Gobierno a principios de mayo pasado para, de alguna forma, mitigar las derivaciones que para este sector tuvieron la devaluación y la corrida cambiaria.
En ese momento, se firmó un congelamiento de precios para no tocar esos valores por dos meses, hasta el 1º de julio, como forma de descomprimir la presión sobre el sector y con la promesa de una posterior adecuación con aumentos mensuales hasta fin de año. Esto, como modo de compensación a las petroleras por eventuales pérdidas por la puesta en marcha de este plan de congelamiento por dos meses.
Cuando este acuerdo se firmó, el 8 de mayo pasado, la variación de los índices que definen el precio en los surtidores (inflación, tipo de cambio y cotización del crudo en los mercados internacionales, entre otros), justificaban un incremento del 12% que fue, precisamente freezado por la decisión del mismo Gobierno que a principios de año le quitó el cepo al sector y liberalizó el mercado.
En ese marco, luego de las reuniones de jueves y viernes, el Ejecutivo y las petroleras avanzaron en más cambios y acordaron, entre otros puntos, aumentos del 3% mensual hasta fin de año en los precios de los combustibles a partir de julio. También, un valor local del barril de petróleo más barato que la cotización internacional, por lo menos para el segundo semestre del año.
Devaluación y precio internacional
Según datos del portal especializado Ecojournal, la propuesta del ministro Aranguren para enfrentar la crisis derivada de la devaluación y la suba del precio internacional del crudo fue aceptada por las compañías. Consiste en “descalzar” ese valor y crear uno local menor a los u$s76 de la cotización actual que oscile en los u$s 69 por barril. Es decir, un 12% más barato.
Pero, para que las productoras como YPF, Pan American Energy (PAE), Chevron, Vista Oil, Pluspetrol, Tecpetrol y Sinopec acepten cobrar menos, el funcionario les ofreció crear un fondo compensador.
Subas graduales
Su operatoria permitirá que si el precio internacional sube se establezca un valor local de venta más bajo. Pero si el escenario es inverso (si baja a nivel mundial), las petroleras mantendrán el valor más alto para recuperar la diferencia.
De manera adicional, el acuerdo contempla las subas graduales, pero sostenidas de los precios de todos los combustibles durante los próximos 16 meses contados a partir del primer día de julio y que finalizarían con el mandato de Mauricio Macri, en octubre del 2019. Esto representa un incremento del 40% en un año y medio, con lo cual al final de la gestión de Cambiemos la súper costará cerca de $35 y la premium, $42, aproximadamente.
La iniciativa busca compensar las pérdidas que las refinadoras y productoras habrían sufrido por las subas de costos generadas tras la devaluación y el incremento del crudo a nivel internacional, al no haber podido trasladar esos valores a los precios de sus surtidores por el congelamiento firmado a principios de mayo.