Voy a jugar”, le aseguró Edgardo Kueider a un interlocutor en la noche del lunes. Horas después, a la una y media de la madrugada del miércoles, en un control de rutina en el paso entre Foz do Iguaçu y Ciudad del Este, personal aduanero y policial de Paraguay le encontraría 211.102 dólares sin declarar en una mochila en el baúl de la camioneta Chevrolet con la que intentaba ingresar a Paraguay desde Brasil junto a su secretaria Iara Magdalena Guinsel Costa.
Con historia en Concordia y domicilio en Paraná -en la Ciudad duerme en un departamento a metros del Congreso-, el senador nacional por Entre Ríos con mandato hasta el próximo año como sus otros dos colegas de ese distrito, Kueider había dejado de hablarse con el ex gobernador Gustavo Bordet -que lo apadrinó y cobijó como mano derecha durante su gobernación y lo convirtió en senador en el 2019 en la boleta del Frente de Todos- hacía dos años. Sin embargo, en las últimas horas, después de ser demorado y detenido por la Justicia paraguaya, el legislador acotó al máximo sus comunicaciones. Según fuentes cercanas, además de su abogado, concentró los escasos contactos telefónicos en Rodolfo “Pajarito” González, un secretario cercanísimo que heredó del fallecido Jorge Busti, que trabaja “en comisión” en su despacho -está empleado en la biblioteca del Congreso- y que es dueño de la camioneta con la que el senador intentó ingresar al país vecino con la mochila repleta de dólares, pesos y guaraníes.
La Justicia paraguaya también habría encontrado en esa mochila un papel impreso con una publicación de una muy conocida inmobiliaria de un departamento valuado en 170.000 dólares del condominio Paraná Country Club de Ciudad del Este que, se sospecha, sería del interés del senador. Kueider y “Pajarito” habían sido socios, además, en una empresa investigada por la supuesta compra de tres departamentos con cocheras en un edificio de Paraná, según reveló en marzo pasado la revista Análisis.
Ayer por la tarde, la Justicia guaraní ordenó el arresto domiciliario del legislador y su secretaria tras el pago de una fianza dispuesta en 150.000 dólares para cada uno, acusados por el delito de contrabando.
Incinerado ahora política, judicial y, en particular, mediáticamente, y enemistado con la cúpula del PJ tradicional de Entre Ríos, Kueider había empezado a diseñar un plan por fuera del peronismo para “jugar” en las elecciones del próximo año, según las fuentes, en el marco de un eventual acuerdo implícito con el Gobierno, que deberá definir de cara al 2025 sí propicia, como pareciera, una alianza electoral y política con el gobernador Rogelio Frigerio, que tuvo este año varias conversaciones con el senador por la cercanía que éste comenzó a tener con los libertarios.
Enemistados. El ex gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y el senador Edgardo Kueider
El gobernador del PRO, de hecho, ya había mantenido un encuentro a solas en agosto con Karina Milei en el despacho del jefe de Gabinete que ocupa la secretaria General desde que echaron a Nicolás Posse, como un primer acercamiento con vistas a la campaña del año próximo, para empezar a mostrar las cartas en una provincia en la que Frigerio necesita revalidar su liderazgo. Un objetivo para el que, sí o sí, le hace falta acordar con La Libertad Avanza. Para no dividir el voto de centroderecha.
Kueider, según fuentes cercanas, estaba dispuesto a colaborar con esa estrategia, con la idea de partir, en lo posible, al voto peronista, con una eventual candidatura al Senado por fuera de una hipotética lista del peronismo oficial de esa provincia que, en principio, podría tener en el 2025 a alguno de estos dos postulantes: Bordet o el ex jefe de la Aduana Guillermo Michel. Y ser funcional, de esa manera, al acuerdo entre el PRO y los libertarios.
En el 2023, el ex director de la Aduana fue tercero en la lista de candidatos a diputados nacionales del PJ en Entre Ríos, detrás de Bordet y de Blanca Osuna, que entraron al Parlamento. La cuarta candidata fue Brenda Ullman, muy ligada a la familia de Kueider.
En estos meses, el legislador buscaba el paraguas del sello del Frente Entrerriano Federal (FEF), que fundó en su momento el ex gobernador Busti.
Es que, desde que Milei asumió la Presidencia, el senador hizo su camino y desatendió sus antiguas relaciones en el peronismo provincial. Ya había ofrecido sus servicios en su momento a Alberto Fernández, y en contra de los intereses del kirchnerismo. Una vez desembarcada La Libertad Avanza en la Casa Rosada, hizo lo propio, pero con el presidente y su entorno, en especial con Santiago Caputo, que lo apadrinó a tal punto que intentó postularlo fallidamente como presidente de la comisión bicameral de inteligencia, al final en manos del radical Martín Lousteau.
Kueider quería como nadie ese lugar, pero el principal consultor del gobierno no pudo imponerlo, justo en la semana de la triple derrota legislativa de mediados de año que incluyó, además del nombramiento de Lousteau, el rechazo al DNU de la SIDE y el revés momentáneo a la ley de actualización de las jubilaciones.
Para esa altura, el senador, que había conformado en la Cámara alta el bloque Unidad Federal junto al correntino Carlos Mauricio “Camau” Espínola y la cordobesa Alejandra Vigo, ya había tejido buenísimas migas con la Casa Rosada.El dinero que el senador Kueider llevaba cuando fue detenido en Paraguay
Hace algunos meses, de hecho, el propio Santiago Caputo participó de una cena en el departamento porteño del senador salteño Juan Carlos Romero junto a Kueider, Espínola, un gobernador del PRO y otros senadores en lo que fue la fundación virtual del interbloque Las Provincias Unidas, que se presentó oficialmente en septiembre y que incluye, entre otros, además de los mencionados, a la neuquina Lucila Crexell.
En plena negociación por la Ley Bases, a Crexell le ofrecieron la embajada argentina ante la UNESCO, una propuesta que, una vez publicitada, se diluyó. En el caso de Kueider, un voto clave para el Gobierno para ese paquete de leyes, trascendió en su momento que hubo conversaciones para cargos en entes nacionales en Entre Ríos. En la madrugada del miércoles, el senador fue sorprendido junto a su secretaria en la entrada a Paraguay con algo más de 200 mil dólares sin declarar. Era el sexto viaje del año, según documentos oficiales. El miércoles por la noche, en una audiencia con los fiscales, el legislador aseguró que la plata era de su acompañante, y que era para hacer un negocio con una empresa radicada en aquel país. Ese mismo día, había en Buenos Aires operadores políticos muy inquietos.