En otra maratónica sesión extraordinaria que inició ayer miércoles al mediodía y que aún se desarrolla en la Honorable Cámara de Diputados, se votó, entre otras iniciativas, la Declaración de la Educación como Servicio Estratégico Esencial.
Durante el debate de la propuesta, Romero hizo uso de la palabra para expresar desde su banca su apoyo a esta propuesta: “Históricamente, Chubut es una de las provincias con mayores conflictos docentes. La normalidad escolar, durante muchos años, se volvió una excepción en la provincia, lo que generó una crisis educativa sin precedentes”, sostuvo.
Y agregó que “entre 2018 y 2020 hubo solamente 161 días de clases normales en 3 años: 103 en 2018; 53 en 2019 y 5 en 2020, antes del inicio de la pandemia (…) Un alumno que comenzó la escuela pública en 2016 transcurrió toda la escuela primaria con tanta irregularidad en el dictado de clases que sólo pudo haber tenido UN ciclo lectivo (casi) completo y de manera continua en los 6 años de su educación”.
A su vez, dentro de su exposición sumó algunos resultados de las evaluaciones ‘Aprender’, que lleva adelante el Ministerio de Educación de Nación en las provincias, impuestas en 2023 a estudiantes de 3° y 6° grado del nivel primario de distintas escuelas chubutenses: “5 de cada 10 estudiantes de tercer grado no comprenden conceptos matemáticos básicos y habilidades de resolución de problemas; 5 de cada 10 estudiantes tienen dificultades para identificar detalles relevantes en un texto, habilidades de redacción limitadas y carencia de conciencia ortográfica y gramática; 5 de cada 10 estudiantes de sexto grado presentaron errores en cálculos básicos, y comprensión limitada de los números y operaciones; sólo 13 alumnos de cada 100, termina el secundario en tiempo y forma”, ilustró.
En ese escenario, cuestionó la actitud de aquellos que “hoy boicotean o subestiman esta declaración, compartiendo camiseta partidaria con el (en ese momento) gobernador Arcioni, no se acercaron a Chubut a proponer soluciones” y resaltó la urgente necesidad de “tomar medidas responsables conducentes a ordenar el sistema educativo”, ya que lo que se está haciendo no es suficiente.
“En Chubut, la Legislatura provincial dictó este año la Ley de Profesionalidad Docente, cuyo proyecto fue elevado por el Gobernador Ignacio Torres con el objetivo de mejorar las condiciones en las que los docentes desarrollan su actividad profesional. Se prevé allí el pago de un adicional salarial destinado al personal docente de todos los niveles y modalidades. Esta medida permitió disminuir un 35% el ausentismo docente. Otra medida relevante ha sido la Ley VII N° 94, a través de la cual se declaró la esencialidad de los comedores escolares de gestión estatal y se estableció la obligatoriedad de su funcionamiento. Esto garantizó que los comedores estuvieran abiertos siempre, incluso días feriados, lo que ha beneficiado la adecuada nutrición de los alumnos. Se lanzó también en la provincia el Plan Provincial Integral de Alfabetización ‘Chubut Aprende 2024-2027’ para reforzar los conocimientos de más de 72.000 alumnos de los tres niveles educativos. Y, por primera vez en 10 años, este 1° de marzo nuestros chicos iniciaron las clases en tiempo y forma”, analizó.
Tales medidas, aseguró Romero, “resultan de gran utilidad e importancia, pero no son suficientes. Necesitamos más, y sólo desde este recinto podemos impulsarlas. Es nuestro deber reconocer la gravedad de esta situación, y tomar decisiones en serio con el objetivo de garantizar un mejor servicio educativo. Declarar la educación como Servicio Estratégico Esencial significa que las escuelas estén abiertas todos los días, con todos los chicos en las aulas, y que lo demás se subordine a esto”.
Declarar la esencialidad de la Educación “no vulnera el derecho a la protesta”
La vocal del PRO a nivel nacional y actual vocal de la Comisión de Educación, resaltó en su discurso que esta declaración no se interpone al derecho a huelga: “en nuestro país son servicios esenciales los servicios sanitarios y hospitalarios, la producción y distribución de agua potable, la energía eléctrica y el gas y el control del tráfico aéreo. La ‘razón de ser’ de declarar un determinado servicio como esencial es que se trata de bienes que están directamente vinculados con la supervivencia de las personas en condiciones dignas (…) Y hay algo que debemos dejar en claro: Declarar esencial una actividad no vulnera el derecho a la protesta y la libertad sindical de los trabajadores. Ese argumento es falaz. Ningún derecho es absoluto, sino que todos están sujetos a reglamentación y en permanente tensión unos con otros, que es lo que en estos debates se dirime”.
“La declaración del servicio como esencial implica que debe garantizarse la prestación de servicios mínimos para evitar su interrupción. Se trata de garantizar, ante todo, el derecho a la educación, un derecho que es inalienable, respecto de un grupo débil, vulnerable, como son los niños y adolescentes de nuestro país, que no pueden organizarse, que no amenazan, que no escrachan, que no siempre son defendidos por quienes tienen esa obligación, pero que deben ocupar un lugar privilegiado en nuestra toma de decisiones. Se trata de establecer prioridades (…) No hay manera de crecer y desarrollarnos si no velamos porque este derecho tenga una concreción real. La educación debe volver a ser en esta Argentina una herramienta de movilidad social ascendente, tal como lo supimos ser”, añadió.
Desafíos ineludibles
Sobre el final de su intervención, visibilizó las deudas que aún deben saldarse con la Educación argentina y chubutense: “por supuesto que también debemos trabajar en poner las escuelas en condiciones, entrar en un esquema de recomposición salarial docente, modernizar las currículas, aggiornar los sistemas. Pero también tenemos que entender que las medidas, las iniciativas, no son excluyentes, sino parte de un todo. Ojalá haya consensos para entender de esta manera el posicionamiento a favor de valorizar a la educación como la única herramienta justa y horizontal contra la desigualdad. En una Argentina con un 50% de pobreza, donde más de un millón de niños se van a dormir salteándose la comida, no podemos dudar en votar a favor de garantizarles todos los días la posibilidad de estar en la escuela, de aprender, de sociabilizar”.
“Declarar la Esencialidad Estratégica de la Educación, no es otra cosa más que reconocerles y darles la posibilidad de superarse y de desafiar cualquier desventajoso prospecto, sin aceptar las limitaciones como ineludible destino. Es votar a favor de los chicos y de darles horizonte. Son muchos los retos que tenemos hoy delante y que se han ignorado durante mucho tiempo, pero debemos encararlos y encontrarles solución, es nuestro deber. Cada día de clase que pierden los niños y adolescentes argentinos, es una oportunidad de salir adelante que pierde cada uno de ellos, y todos nosotros como país”, concluyó.