Como parte de la iniciativa, personal técnico del parque dará seguimiento al crecimiento de los árboles.
La primera jornada de plantación de árboles nativos comenzó este sábado en el Cañadón de la Mosca, Río Negro, una zona afectada por el incendio durante la última temporada de verano en el Parque Nacional Nahuel Huapi, cuyas autoridades, junto a empresas donantes, agradecieron a los cerca de 50 voluntarios y voluntarias que participaron en las tareas de recuperación ambiental.
La jornada se llevó a cabo en la zona lindera al Río Villegas, donde fueron plantados 450 plantines de radal, ñire, ciprés y lengas. Son las especies nativas que sufrieron el impacto del incendio durante el último verano. Como parte de la iniciativa, personal técnico del parque dará seguimiento al crecimiento de los árboles.
Un grupo conformado por cerca de 50 voluntarios y voluntarias, muchos de ellos presentes a partir de una convocatoria en redes sociales, se reunieron en la seccional Rio Villegas de Parques Nacionales, donde fueron recibidos por Danilo Tapia, guardaparque a cargo de esa zona, y Horacio Paradela, intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi, para sumarse a la plantación de árboles.
Al darles la bienvenida, Paradela dijo estar emocionado por «ver tantos voluntarios con ganas de colaborar, de aportar a un proceso de recuperación de un área que fue impactada recientemente por un incendio».
En tanto, Facundo Moura, responsable de Welche, la empresa que aportó los plantines de especies autóctonas, destacó que el número de voluntarios «superó ampliamente las expectativas», y agradeció la iniciativa de la Administración de Parques Nacionales.
Matías y su esposa Melina, embarazada de 8 meses, viven hace un año y medio en Bariloche, fueron dos de los voluntarios participantes. «No nos queríamos perder esta jornada, es muy grande la superficie que se quemó, va a llevar muchos años la reconstrucción, pero esperamos que haya muchas otras jornadas como esta, con la participación fundamental de Parques Nacionales, que nos puedan enseñar como se hace para plantar, y nos den el marco de seguridad para hacerlo, es fundamental el trabajo en equipo para una buena causa», dijeron a Télam.
Por su lado, Ramiro, quien reside en Bariloche desde hace más de 35 años, contó que hasta hoy no había querido visitar la zona debido a la tristeza que le causaba ver los estragos del incendio. «Hoy se dio la oportunidad de trabajar para remediar los daños del incendio y acá estoy», señaló a Télam este amante del trekking y la montaña.