Violan a una mujer que regresaba de una iglesia

Una mujer de 24 años que el miércoles a las 22:30 regresaba de una iglesia cristiana del barrio San Cayetano fue interceptada en la avenida Rivadavia por un depravado que con un cuchillo la llevó…

viernes 01/02/2019 - 7:35
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Una mujer de 24 años que el miércoles a las 22:30 regresaba de una iglesia cristiana del barrio San Cayetano fue interceptada en la avenida Rivadavia por un depravado que con un cuchillo la llevó a un descampado detrás de la escuela Juan XXIII en el barrio San Martín y la obligó a mantener relaciones sexuales.

Según publica diario El Patagónico, cada vez que intentaba pedir ayuda, él la golpeaba en el rostro. Le dijo que no opusiera resistencia porque la haría violar por sus amigos. La víctima describió al sujeto que tuvo tiempo hasta de revisarle el teléfono celular.

“Hagamos como si fuéramos novios”, le dijo un violador a una mujer de 24 años a la que amenazó con un cuchillo en plena Rivadavia el miércoles a las 22:30 cuando ella salía de leer la biblia en una iglesia cristiana ubicada en la calle Andrés Minoli.

Para volver a su casa, la mujer había intentado primero abordar el transporte público de pasajeros en una parada de Los Pensamientos y Huergo, del barrio San Martín, pero ante la demora del colectivo y la presencia de un grupo de jóvenes que comenzó a juntarse en el lugar, decidió irse caminando. En ese trayecto fue víctima del abuso.

Según la denuncia, el violador la interceptó en una plaza, la amenazó con un cuchillo y la obligó a abrazarlo. La mujer le dijo que tenía un teléfono celular para darle y hasta un poco de plata, pero el hombre le refirió que solo “quería sacarse las ganas” y la forzó a acompañarlo.

“Dale porque te degüello” le decía mientras la conducía a un descampado detrás de la escuela Juan XXIII.

En el camino la mujer alcanzó a ver a tres mujeres a las cuales intentó hacerles señas, pero el captor lo percibió y le pegó una trompada en el rostro para que no las mirara.

“Yo ya estoy acostumbrado a hacer esto; ya se lo hice a un montón de pibitas”, se vanagloriaba mientras la víctima irrumpía en llanto; el agresor le advirtió que si no se callaba la mataría a puñaladas. Al llegar a su destino, el sujeto le arrancó la ropa y la abusó.

El hombre de unos 30 años y de contextura robusta se burló de la seguridad mientras estaba con la víctima y hasta tuvo el tiempo de observarle los contactos del teléfono celular, mientras la amenazaba continuamente para que no lo denunciara porque si no mataría a su familia.

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