En su último informe conocido este viernes (8/5), el Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano analiza los desafíos tecnológicos, ambientales, financieros e incluso en los modelos económicos provocados por la pandemia global del coronavirus. Además, revela quiénes serán los ganadores en esta crisis y qué sectores deberán enfrentar el difícil desafío de reconvertirse para sobrevivir.
La gran incógnita después del coronavirus es cómo volverá el mundo a la normalidad y que cambios introducirá la cuarentena en la economía mundial. Algunos historiadores recuerdan que otras pandemias no han producidos cambios significativos en la sociedad, pero los economistas ya detectan sectores que se han visto revitalizados y que están obteniendo fuertes ganancias, principalmente los relacionados con la informática
Según el último informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano advierte que la pandemia de COVID-19 está introduciendo cambios acelerados en múltiples aspectos de la realidad, pero particularmente en la economía.
“La reconversión de procesos analógicos a digitales que hoy se vive en la realidad cotidiana, con la banca online, las recetas médicas digitales, la proliferación del teletrabajo y la difusión del e-learning, llegó para quedarse. Por lo tanto, como ocurre en toda crisis, habrá ganadores y perdedores”, argumentó Víctor Beker, director del CENE.
“Los ganadores serán los sectores de la nueva economía basados en el conocimiento, la tecnología de la información y la robotización. Los perdedores serán los de la vieja economía sustentada en el uso presencial del recurso humano. Por ejemplo, Facebook y Google continúan con su actividad normal. Ni hablar de Netflix, el gran ganador de la cuarentena mundial. Mientras tanto, General Motors y Ford se encuentran prácticamente paralizadas en casi todo el mundo”, continúa el economista.
“Para regocijo de los ambientalistas, el coronavirus generó avances en materia ecológica que los firmantes del protocolo de Kioto y del acuerdo de París jamás soñaron. De hecho, ante la drástica caída en la demanda, el precio futuro del petróleo alcanzó valores negativos”, indica Beker.
“Por otro lado, los gobiernos, al margen de su orientación política, están interviniendo activamente para contrarrestar el desplome del consumo. En los Estados Unidos, cada contribuyente recibió un cheque a su nombre de hasta 2.400 dólares, además de los subsidios por desempleo para quienes pierden sus trabajos. Lo mismo ocurre en casi todo el mundo. Con ello, se dio un paso significativo hacia el ingreso básico universal, cuando ni sus más optimistas partidarios pensaron que pudiera empezar a implementarse en lo inmediato”, puntualiza el especialista.
“El sistema financiero, en tanto, estará sometido a su primera prueba tras la crisis de 2007-2008. Habrá que ver en qué medida las reformas implementadas le permiten hacer frente a la ola de quiebras de empresas y deudas impagas que se irán acumulando en los próximos meses”, observa el director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano.
“Todos estos cambios van a implicar una sustancial reestructuración de la economía a escala planetaria. La supervivencia será para los más aptos en adaptarse a tales transformaciones”, concluyó.