El Xeneize perdió un partido clave en su visita al Rojo de Avellaneda. En el transcurso del segundo tiempo, en el banco del visitante se armó un tumulto por un caliente enfrentamiento entre dos compañeros.
Boca dejó pasar una chance de oro para empezar a sellar la clasificación a la Copa Libertadores 2022. Jugó pésimo su partido contra Independiente y perdió 1 a 0 por un gol en el primer tiempo. Para colmo, Izquierdoz vio la roja por una jugada zonza, en la que le pegó un codazo respondiendo a la provocación del rival.
Los jugadores lucieron desconectados en la cancha y, excepto por 20 minutos del primer tiempo, nunca hicieron pie ni generaron peligro en el arco contrario contra un equipo que metió el gol y se la pasó defendiendo bien atrás.
En el complemento Battaglia metió cinco cambios en dos ventanas. Cardona, Vázquez, Villa, Fabra y Ramírez, titulares el finde pasado, ingresaron en el Xeneize. Salieron Almendra, Salvio, Sandez, Briasco y Pavón. Justamente este último protagonizó la gresca en el banco de suplentes.
Es que cuando salió reemplazado por Vázquez se lo observó rotundamente furioso, revoleando botellas de agua y refresco deportivo por doquier una vez llegó a sentarse.
Una de las botellas terminó reventando contra el suelo por la fuerza con la que el delantero de Boca la arrojó, salpicando a los compañeros que estaban sentados en el banco de suplentes. El más próximo era Carlos Zambrano, el zaguero peruano, que no se lo tomó para nada bien.
Primero le reprochó apuntándolo con el dedo, advirtiendo seguramente que no lo volviera a hacer. Enseguida llegó la respuesta de un Pavón que no estaba para retos. La situación fue subiendo de tono al punto tal que el peruano se levantó de su asiento y quiso ir a por el delantero.
Enseguida intervino Javier García, arquero suplente, para contener a Zambrano que no se había tomado para nada bien la respuesta de Pavón. En un momento dado incluso el nacido en la provincia de Córdoba se paró y parecía que todo iba a terminar en una pelea a golpes de puño, pero se fueron sumando colaboradores y otros compañeros para evitar eso.
Finalmente y tras unos minutos, el video captado por las cámaras de televisión muestra como el hombre de la selección de Perú se acerca y le da la mano a Cristian Pavón, que lo recibe con un abrazo dejando en evidencia que el cruce quedó atrás.