Estela Benito, de 84 años, aún está internada en Mar del Plata. Las autoridades del hospital dijeron que se trató de un “error administrativo involuntario”.
Un caso de negligencia se produjo en una clínica de Mar del Plata, cuando a una familia le entregaron por error el cadáver de una mujer que no era su pariente y recién se dieron cuenta de la situación cuando realizaban el velatorio, consigna el sitio TN.
El hecho fue denunciado por los familiares de Estela Benito, de 84 años, y las autoridades del hospital dijeron que se trató de “un error administrativo involuntario” que la dio por muerta cuando en realidad está viva.
La nuera de Benito, Miriam Salinas dijo a los medios marplatenses: “la velamos a cajón abierto y cuando fui a dejarle las flores en el ataúd, me di cuenta que no era mi suegra”.
”Parecía una escena de una película, saqué las flores y empecé a decir ‘no es, no es’. De inmediato llamamos al hospital y como nadie nos respondía, nos fuimos del velorio hasta el hospital y una médica nos dijo que había habido un error”, señaló. Su familiar seguía internada en el nosocomio.
El caso ocurrió en el exHospital Español, actualmente llamada “Clínica Mar del Plata” ubicada en la calle San Luis al 2500. Desde el centro de salud, mediante un breve comunicado, argumentaron que “el personal de sanidad está agotado” por la pandemia que se vive desde marzo del 2020.
”Reiteramos nuestras condolencias y nuevamente nos ponemos a disposición por los inconvenientes generados” finalizaron.
Frente a la situación y el reclamo de los familiares de Estela Benito, la misma será trasladada en las próximas horas al Hospital Houssay.
Hace unas semanas, en Neuquén, una mujer vivió un momento de indignación y dolor por un episodio similar. El 6 de julio Luján Acuña recibió una noticia que nunca hubiera querido escuchar. Era de madrugada, cuando del otro lado del teléfono le avisaban que su hermano Walter había muerto en un accidente de tránsito. Tenía 58 años y había sido chocado por un auto en la ruta 22 cuando venía de la localidad neuquina de Primeros Pinos.
El accidente fue a la altura de Arroyito y, según le dijeron, el conductor del otro vehículo se quedó dormido e impactó contra el auto su hermano quien perdió la vida instantáneamente. A la tristeza de esta mujer se le sumó el calvario que tuvo que vivir.
En la morgue no le dejaron reconocer el cadáver, entonces contrató a una empresa de sepelios y le pidieron que llevara ropa para vestir el cuerpo. Con el dolor a cuestas, hizo lo que le pidieron y al rato volvió.
La sorpresa llegó cuando por fin pudo ver el cuerpo. “No era el de mi hermano, pero llevaba su ropa. Parecía que estaba dentro de una película. Empecé a preguntarme dónde estaba mi querido hermano pero nadie me daba una respuesta. Sentí que me volvía loca”, contó acongojada a TN y La Gente.
Con el correr de las horas, pudo averiguar que el cuerpo que estaba en el cajón era de Ezequiel Zapata, el hombre que había provocado el accidente. “Los restos de Walter estaban siendo despedidos a cientos de kilómetros, en Piedra del Águila”.
Lo cierto es que tres días después, Luján pudo reconocer al cuerpo de su hermano y despedirlo junto a sus amigos.