Con el paso de los días ganó profundidad y el agua lo «camufla» provocando que conductores confiados pasen sobre él, dañando sus vehículos.
Se trata de un pozo de gran profundidad, ubicado en la intersección de las calles Sarmiento y Belgrano.
Allí, un charco de agua que lo rellena «camufla» el cráter que, según lo denunciado por los vecinos, ya fue transitado por las ruedas de varios vehículos que luego acusaron el golpe.