Leonardo Dattoli, presidente de la Asociación Balvanera al Sudoeste, enumeró a Infobae.com cuáles son las consecuencias de los cambios en la circulación del tránsito por la clausura de Mitre al 3000.
Dattoli contó que la lucha de los vecinos de la zona por lograr la reapertura de esa arteria porteña comenzó en 2006, casi dos años después de la tragedia y la colocación del vallado para impedir la circulación.
Ese año redactaron el primer pedido de reapertura. Hoy, cinco años después, continúan con su lucha, sólo que tras la decisión de la Sala Tercera de la Cámara de Apelaciones solicitarán a las autoridades porteñas «que se cumpla con lo que dictaminó la Justicia».
«El lunes nos presentaremos de nuevo ante el gobierno porteño, pero con el reclamo original modificado. Ahora pediremos que se cumpla lo que dictaminó la Justicia», sostuvo Dattoli a Infobae.com.
En ese sentido, comentó que sus principales reclamos se centran en que, luego de que se cerró esa calle y el tráfico –sobre todo de colectivos- desvió su ruta, se acrecentó la concentración de emanaciones de gases tóxico, aumentó el nivel de ruido ambiental y de accidentes de tránsito, son mayores las vibraciones al igual que la rotura de calles y veredas, y se afectó sobremanera la microeconomía local.
Por otra parte, señaló que la intención de los vecinos de la zona fue siempre la de consensuar con los familiares y amigos de las víctimas de la tragedia, aunque no obtuvieron respuesta. «Nosotros queremos dialogar, pero ellos nunca quisieron», indicó.
Frente a esto y lejos de querer polemizar con los padres, aclaró que su objetivo es que las autoridades porteñas se hagan cargo del asunto. «Me parece un disparate que sean los padres, que están afectados emocionalmente, los que decidan si una calle se abre o no», opinó.
(Infobae)
