Hasta fines de abril se las puede ver en las costas de Chubut.
Se sabe: la costa de Chubut es un destino ideal para la observación de fauna. Y si bien a algunas especies se las puede ver todo el año, otras tienen sus «temporadas». Entre mayo y junio comienzan a llegar las ballenas, mientras que en septiembre empiezan a ganar protagonismo los pingüinos, que se quedan durante todo el verano.
Ahora, en marzo y abril, especialmente, la atención se la llevan las orcas que se acercan a Península Valdés. Llegan a esta zona de la Patagonia argentina con el objetivo de cazar y alimentarse aprovechando la fauna que hay en el lugar.
El fenómeno natural suele convocar a fotógrafos, documentalistas, científicos y turistas de todo el mundo, aunque este año, por la pandemia y sin turistas extranjeros, el número de espectadores será más acotado.
Lugares de observación
Las orcas pueden observarse en la zona de Punta Norte y Caleta Valdés con la marea alta, ya que es cuando ingresan en los canales para cazar en las colonias de lobos y elefantes marinos que abundan en la zona.
Según informan desde la secretaría de Turismo de Puerto Madryn, las orcas ya empezaron a verse cerca de la colonia de lobos marinos de Punta Norte, ubicada a unos 170 kilómetros de la ciudad.
«El modus operandi de las orcas, que en el caso de los machos llegan a pesar 10 toneladas, se conoce como varamiento intencional y consiste en aprovechar el impulso que les dan las olas, siempre con la marea alta, para lanzarse a las rocas de la costa y así cazar. Este es un comportamiento único en el mundo», explican desde la secretaría.
Actualmente, en Península Valdés han identificado tres clanes de orcas, compuestos por once, cinco y cuatro ejemplares cada uno de ellos.
El
guardaparque Juan Carlos López fue quien desarrolló un método de
identificación de las orcas y a quien este año se reconoció por su
trabajo en este sentido.
En 1979, López explicó la técnica de varamiento intencional de estos grandes cetáceos, algo desconocido hasta ese momento en el mundo. Luego de años de investigación, también se supo que un comportamiento similar podía verse en las islas Crozet, en el océano Indico, y en la Antártida.
Además, realizó el primer catálogo identificatorio en la década del 80’
Fuente: clarin.com
