Las vacaciones de invierno dejaron un saldo negativo desde lo económico a partir de la crisis, según los datos que relevó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Hubo menos movimiento de personas que en 2023, que además vacacionaron menos días, y el gasto total se redujo 22,2% respecto al del año pasado, indica Infobae.
El informe que publicó Came esta mañana mostró que viajaron 4,9 millones de turistas durante las últimas dos semanas, un 11,9% menos que en el mismo lapso del año pasado. El gasto promedio diario rondó los $60.000, y la estadía media bajó a 4,1 días.
El gasto fue de $1,2 billones en las ciudades que integran el circuito turístico nacional. El “impacto económico” descripto por la entidad pyme fue de 22,2% a precios constantes, es decir, descontando el efecto de la inflación.
“Los números de las vacaciones 2024, elaborados por CAME en base a información brindada por entidades de provincias y municipios, reflejan un mes con bajo consumo en actividades, y con un público fiel a la nieve que achicó estadías, pero no dejó de pasar por los centros de esquí”, explicaron.
La estadía media bajó de 4,5 días en 2023 a 4,1 este año y el gasto diario en promedio fue de $59.890, que a precios reales (es decir, descontando la inflación) resultó 3% inferior a la temporada pasada.
“Los que se redujo en estas vacaciones fueron los encuentros culturales, especialmente musicales, que fueron más discretos, incluso en las fiestas populares se pudo observar menor presencia de bandas con convocatorias masivas. En cambio, sí hubo abundantes competencias deportivas”, comentó CAME.
En tanto, la entidad resaltó que el desdoblamiento de las vacaciones escolares permitió una distribución más equitativa del flujo de turistas y evitó la sobrecarga de las rutas nacionales.
“Fue un invierno frío, con las zonas de playas menos concurridas que otros años, y un visitante que se inclinó por opciones termales, montañas, nieve y campo. Además, tampoco hubo incentivos como otros años con el programa Previaje. Muchas ciudades compararon este invierno con los resultados obtenidos en la prepandemia, entre 2017 y 2019″, concluyó CAME.
Caída del consumo
En ese marco, CAME había informado que las ventas minoristas pymes cayeron 21,9% anual en junio, a precios constantes. De este modo, acumularon una descenso de 17,2% en el primer semestre del año. En la comparación mensual desestacionalizada, repuntaron 1,2 por ciento. La entidad aclaró que “si bien los comercios están más aliviados por la mayor estabilidad en las listas que reciben, la dinámica de las ventas que no despuntan preocupa”.
“No hubo ningún rubro que haya escapado a la tendencia general. Impactó en la caída la cantidad de feriados que hubo en el mes, el del 17 de junio por la conmemoración del fallecimiento de Martín Miguel de Güemes, y el puente por el Día de la Bandera que generó un fin de semana largo de cuatro días”, detalló.
Por otro lado, “el Día del Padre ayudó a repuntar los productos vinculados a esa fecha, pero esto sólo se dio en los días previos. No hubo venta posterior, como habitualmente sucede”.
“La gente buscó comprar en cuotas, con mucha demanda del programa Cuota Simple. En Alimentos y bebidas, los comercios indicaron que la caída del consumo se debió a que mucha gente se volcó a los mercados mayoristas en la búsqueda de mejores precios”, sostuvo.
“Los comercios valoraron la mayor estabilidad en los precios, pero mostraron su preocupación por los montos que se están pagando por el consumo de energía en un contexto de tan baja demanda. El 35% de los comercios consultados estuvieron reduciendo gastos operativos, mientras que otro 26,5% diversifica productos para suplir la falta de ventas”, afirmó. El mes pasado, “los siete rubros registraron caídas interanuales en sus ventas. Las mayores retracciones anuales se detectaron en Perfumerías (-42%) y Farmacias (-32,8%)”, concluyó CAME.