YPF empezará a explorar en el lado mendocino de Vaca Muerta, según informó el presidente de la empresa, Miguel Ángel Gutiérrez, en el marco del Precoloquio IDEA en Neuquén, donde reconoció que primero se deben resolver «algunos temas regulatorios».
Según informó el diario mendocino ‘Los Andes’, la petrolera hará su primer pozo exploratorio sobre la porción mendocina de Vaca Muerta antes de que finalice el 2019.
«Estamos muy esperanzados en hacer nuestros primeros pozos en Vaca Muerta en Mendoza. Pronto vamos a estar con el gobernador Cornejo y le vamos a comentar que a fin de año vamos a estar haciendo un pozo de exploración», comentó Gutiérrez.
«Hay algunos temas regulatorios por resolver para poder avanzar, pero está el compromiso de YPF para empezar a explorar la formación del lado mendocino y entender su potencialidad. A partir de ahí veremos en qué se deriva», comentó.
De esta forma, YPF se convertiría en la segunda empresa en invertir en tareas de exploración sobre la parte de la roca madre que se encuentra en Mendoza. La primera fue El Trébol, asociada con Andes Energía bajo el nombre de Phoenix Global Resources, tal como informaba Urgente 24 hace poco más de dos meses atrás.
Cabe recordar, además, que YPF anunció recientemente la inversión de U$S 160 millones para la extracción de crudo extra pesado en el área de Llancanelo. Este crudo, que entra en la categoría de «no convencional», será mezclado con el crudo liviano proveniente de Neuquén (de Vaca Muerta) para ser procesado. Sin embargo, la declaración de Gutiérrez confirma que Mendoza podría tomar otro protagonismo en la explotación futura de la formación geológica.
Aunque las expectativas son muchas, Mendoza está muy lejos todavía de ser el centro de atención del sector petrolero que llegó a Neuquén para explotar Vaca Muerta.
Gastón Remy, presidente de IDEA y presidente de la petrolera Vista Oil & Gas destacó durante la apertura del precoloquio que ya hay una conciencia generalizada de lo que Vaca Muerta representa para Argentina y para el sector de hidrocarburos, pero reconoció que aún hay mucho por hacer en términos de inversiones y explotación. De hecho, fue tema recurrente durante el foro que hoy se está explotando apenas entre el 4% y el 5% de la superficie de la formación geológica.
Según estadísticas de la Secretaría de Energía de la Nación, en Vaca Muerta hay 17.169 millones de m3 de reservas comprobadas. Este número refiere al volumen de hidrocarburos en condiciones de ser extraído. De acuerdo a un trabajo técnico geológico realizado por el Gobierno de Mendoza, bajo suelo mendocino hay 8.000 millones de m3 de petróleo crudo, de los cuales podrían recuperarse 238 millones de m3 con la tecnología que disponen las petroleras y el escenario económico actual.
Sin embargo, por ahora, el grueso de las inversiones se ha concentrado en la extracción de gas, lo que pone a Neuquén en el centro de la escena, publicó el diario mendocino. En esa provincia ya existe una producción diaria de 27.700.000 m3 de gas y de 11.800 m3 de petróleo en Vaca Muerta. De hecho, informes elaborados por petroleras internacionales afirmaron que Argentina tendría en Vaca Muerta suficiente gas para abastecer el consumo interno durante 400 años.
En tanto, un informe del Gobierno Nacional indica que el 2019 concluirá con 310 pozos en Vaca Muerta dedicados a la extracción de petróleo convencional, 230 de producción de gas convencional, 307 dedicados a la extracción de petróleo no convencional y 342 pozos de gas natural no convencional, lo que da un total de 1.189 pozos sobre la roca madre.
En total se está trabajando sobre 31 áreas. Solo una (Puesto Rojas) está en Mendoza, por ahora con Phoenix como único operador. Las otras 30 están en Neuquén y son explotadas por YPF, Total, Tecpetrol, Shell, ExxonMobil, PAE, Pluspetrol, Pampa, y Vista Oil & Gas.
Los 1.189 pozos en funcionamiento son posibles gracias a las inversiones realizadas por el sector hidrocarburífero durante el año pasado (se contabilizaron U$S 5.000 millones) y las proyectadas para este año. Se estima que las empresas hidrocarburíferas desembolsarán cerca de U$S 7.500 millones para la producción no convencional y cerca de U$S 2.000 millones para extracción convencional.
En vistas a futuro las perspectivas son muy alentadoras. Se espera un aumento progresivo de las inversiones hasta llegar a los U$S 20.888 millones en 2025, sumando todos los tipos de extracción.
La explotación de Vaca Muerta ya demuestra un alto impacto económico en Neuquén y se encamina a revolucionar la economía mendocina y la nacional. Por lo pronto, uno de los puntos más positivos tiene que ver con la generación de empleo.
Pero aunque los estudios geológicos son alentadores y las expectativas de inversión son sumamente atractivas, nada garantiza que las proyecciones finalmente se cumplan.
Para poder avanzar en Vaca Muerta, tanto en la producción de gas como en la extracción de crudo, Gastón Remy asegura que se debe trabajar en políticas a largo plazo, que trasciendan a un solo gobierno. De esta forma, sostiene, se podría pensar en un país exportador de hidrocarburos y en consecuencia, en el equilibrio de la balanza comercial.
Pese a que la historia de la economía argentina evidencia ciclos económicos cortos y poca política de Estado, en el caso de Vaca Muerta las expectativas a largo plazo son favorables. A los ojos del presidente de IDEA, todos los candidatos que competirán en las próximas elecciones presidenciales entienden el potencial que ofrece la formación para la economía en general.
En efecto, Guillermo Nielsen, asesor económico de Alberto Fernández, sostuvo en el Precoloquio, en el que además se presentó la dupla presidencial por el oficialismo Macri-Pichetto, que la economía está en un proceso de quimioterapia financiera que no sabemos cómo termina.
Nielsen disertó sobre las políticas de Estado en Vaca Muerta junto a Guillermo Pereyra, Secretario General del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa; y Gustavo Lopetegui, Secretario de Gobierno de Energía.
El economista señaló que Vaca Muerta es una de las pocas cosas existentes en el país para lograr un desarrollo. Reconoció además que fue Miguel Galuccio el primero en traer el fracking, y que las inversiones al ser de largo plazo, necesitan políticas de Estado (para garantizar las ganancias claro), haciendo una comparación con el pacto de la Moncloa.
En conclusión, sostuvo que las políticas de Estado en Vaca Muerta ayudarían a la economía a salir de la crisis, siendo que «está la posibilidad de desarrollar otra Pampa húmeda, de aumentar las exportaciones y la oferta de divisas», lo que a su entender facilitaría el pago de la deuda.
En un discurso para los empresarios en plena campaña electoral, Nielsen comento que impulsará un proyecto para lograr un nuevo marco regulatorio para Vaca Muerta y para los yacimientos no convencionales, buscando mayor competitividad.
Como nota de color en el debate se armó un contrapunto al momento en que el periodista Eduardo van der Kooy le preguntó a Lopetegui que sucedería con Vaca Muerta en caso de que en diciembre haya cambio de gobierno: «No lo sé, pero escuchaba la exposición de Guillermo que decía que estaba estudiando 24 dimensiones de la competitividad de Vaca Muerta para igualar a Perniam, ojalá una de las 24 sea mantener el capitalismo», ironizó.
Luego agregó: «Nosotros como país hemos probado muchos sistemas económicos, a lo mejor probar una vez con el capitalismo para ver qué pasa no viene mal», lo que desencadenó el aplauso de los empresarios
Por su parte el asesor de Fernández comentó que su proyecto pretende mitigar el riesgo sobre los proyectos de Vaca Muerta. Siempre buscando posibilidades de negocios para los capitalistas, mientras de lo que no hablan es del riesgo de esas actividades altamente contaminante que se ha cobrado la vida de trabajadores.
Según publico el sitio ‘EconoJournal’, «el frente electoral que encabezan los Fernández propondrá impulsar la sanción de una ley para estimular el desarrollo de Vaca Muerta. La intención es garantizar estabilidad fiscal y un régimen diferencial de promoción para apuntar el desembarco de inversiones en un sector considerado clave para la generación de divisas».
Lo que se busca es darle forma a una medida similar a la que redactó el kirchnerismo en 2013 a través del decreto 929/13, que creó un régimen de promoción de inversión para la explotación de hidrocarburos, pero en este caso con el respaldo del Congreso Nacional y orientado específicamente a la formación Vaca Muerta.
Según se extiende el sitio mencionado, varios especialistas cercanos a Alberto están trabajando en el tema y ya iniciaron una ronda de consulta con las principales empresas del sector.
Además, la propia Cristina Fernández coincidiría en la necesidad de fortalecer la producción shale, como lo hizo cuando se generaron las condiciones para que Chevron pudiera asociarse con YPF en la explotación de Loma Campana.
La idea del principal frente opositor al oficialismo es dejar en claro que el desarrollo de Vaca Muerta es considerado una política de Estado y así despejar cualquier tipo de incertidumbre en el sector privado.
«Todo el mundo sabe que Argentina tiene un gran potencial energético, incluyendo hidrocarburos y energías renovables. El problema es cómo se desarrolla», comentó el economista Ricardo Arriazu, invitado a exponer en el precoloquio IDEA, quien centró su charla en dos grandes ejes: el potencial de Vaca Muerta y las condiciones necesarias para lograr la mayor productividad posible.
«Si no somos capaces de mejorar las variables macroeconómicas, Vaca Muerta seguirá siendo un sueño», remarcó Arriazu. «Hoy Argentina es competitivo para producir petróleo y gas y ha tenido mejoras espectaculares en los últimos años. Eso sí, si la inversión no crece, tampoco lo hará la producción. Me refiero no solo a la inversión privada, sino también a las mejoras de infraestructura», agregó el economista.
La necesidad de un escenario económico y político estable para el desarrollo de Vaca Muerta fue un punto de acuerdo entre los empresarios y funcionarios presentes.
Nidia Álvarez, presidente de Equinor Argentina, resumió este concepto: «Vaca Muerta demanda mucha inversión y esto exige una política social y empresarial a largo plazo», apuntó.
«Esto es algo desafiante en un país en el que los escenarios económicos cambian en cortos períodos de tiempo. Hay que tener regularidad cambiaria e impositiva que nos den previsibilidad. Si eso existe, podremos manejarnos de forma similar a otras partes del mundo. Si eso no sucede, los proyectos de Argentina van a tener que incluir otros elementos que van a hacer que se pierda competitividad en el escenario mundial», reclamó Álvarez.
«Es importante que se mantenga la estabilidad más allá del partido político que esté al frente», alertó la ejecutiva de la compañía.