El proyecto de Nielsen para blindar la exportación de hidrocarburos está siendo debatido y tuvo cuestionamientos internos, de quienes opinan que no son necesarias tantas ventajas para atraer inversiones.
Hay fuerte debate entre los especialistas del sector energético alrededor de un posible nuevo marco normativo con importantes beneficios para las petroleras que inviertan en Vaca Muerta. Guillermo Nielsen, economista de consulta de Alberto Fernández, planteó la idea de avanzar en los primeros días de gobierno con un nuevo esquema normativo para blindar las inversiones en Vaca Muerta e incluso circula un borrador de proyecto de ley con esas ideas. El “régimen para el desarrollo del gas natural licuado y sus actividades vinculadas” contempla la estabilidad fiscal nacional, provincial y municipal, garantía cambiaria y derecho de libre disponibilidad de la totalidad de las divisas provenientes de la exportación, acceso a divisas y giro de utilidades al exterior, devolución del IVA asociado a bienes de capital e infraestructura y deducción del impuesto a las Ganancias en gastos de exploración. Sin embargo, otros especialistas aseguran que no es necesario ofrecer tantos beneficios, sino que la clave pasa por determinar un sendero de precios competitivos y conseguir financiamiento para YPF.
La producción de hidrocarburos en los yacimientos no convencionales de Vaca Muerta para la exportación aparece como una posible generación alternativa de dólares genuinos y de renta para sostener el desarrollo de un programa industrial. Sin embargo, la posibilidad de exportar masivamente gas natural licuado está todavía lejos, ya que más del 90 por ciento se coloca en el mercado interno. La cuestión radica en cómo dar impulso a las inversiones de YPF y de otras empresas petroleras para seguir incrementando la producción y pasar a la fase exportadora. Este debate se da en un contexto de virtual cierre del mercado financiero internacional para la colocación de deuda soberana argentina y un escenario interno de alta inflación con escasa tolerancia para aplicar un sendero creciente de precios de las naftas.
El primer punto del borrador de proyecto de ley que el equipo de Nielsen estaría impulsando, con aprobación del mundo petrolero, es la estabilidad fiscal nacional, provincial y municipal para las empresas que invierten en gas. “La estabilidad fiscal alcanza a los impuestos directos, tasas, cargos y contribuciones, así como también a los derechos, aranceles u otros gravámenes a la importación o exportación”, dice la norma. “Cualquier alteración al principio de estabilidad fiscal dará derecho a los perjudicados a la compensación automática junto a intereses compensatorios”, agrega. El segundo punto consiste en la garantía cambiaria, que “alcanza al régimen cambiario vigente en la fecha de celebración del contrato de inversión –entre la petrolera y el Estado—hasta su terminación, incluyendo sin limitación el derecho de libre disponibilidad de la totalidad de las divisas provenientes de la exportación sin obligación de repatriación de divisas, el acceso a divisas y giro de utilidades al exterior”.
El proyecto también contempla la devolución del IVA asociada a la compra, importación y/o elaboración de bienes de capital o realización de obras de infraestructura y la deducción del impuesto a las Ganancias de gastos e inversiones en estudios geológicos, geofísicos y petrofísicos y perforación de pozos exploratorios, entre otros. Por otro lado, las importaciones de bienes de capital e insumos estarán exentas del pago de derechos de importación, aranceles de importación y tasas. La norma establece en cero las retenciones a la exportación de gas natural licuado. Adicionalmente, las regalías de los proyectos aprobados por el nuevo marco normativo serían del 5 por ciento en los primeros diez años y 10 por ciento en los diez años siguientes, para luego llegar a la alícuota general del 12 por ciento. Se contempla la posibilidad de dirimir conflictos entre las empresas y el Estado en tribunales internacionales.
El especialista Andrés Repar, del Instituto de Energía Scalabrini Ortiz (IESO), es crítico de una iniciativa de ese tipo. “La estabilidad ata de manos al Estado en su política industrial. El supuesto blindaje de la actividad va en contra de la actividad misma. Lo importante es la relación con los precios internacionales, porque Vaca Muerta tiene una producción lo suficientemente interesante para atraer inversiones, no se necesita blindarla ni crear una zona franca. Lo que se necesita es conseguir financiamiento para YPF”, sostiene Repar.
Para Esteban Serrani, investigador Conicet en Idaes-Unsam, “el principal tema es cómo se construye un sendero de precios a la oferta. Como para que la inversión hidrocarburífera en exploración y explotación, que está en dólares, sea sustentable en el mediano plazo para un precio doméstico. Y el tema es cómo se armoniza un precio en dólares para la oferta y un precio interno desacoplado de la dinámica del tipo de cambio. Hay que ver el grado de déficit fiscal que el Estado está dispuesto a tolerar para financiar esa brecha. Ese es el esquema de mediano plazo que hay que pensar y articular».