¿Cómo será en USA el rescate de las petroleras que extraen el ‘shale oil’ y ‘shale gas’? ¿Cuántos recursos tendrá que destinar Donald Trump a esa tarea? ¿Cómo harán las empresas para convencer a los bancos que refinancien esos pasivos a tasa y plazo adecuados? Pero la clave es que la guerra no es entre Rusia y Arabia Saudita sino entre Rusia vs. el ‘shale’ estadounidense.
Según publica urgente24.com, las acciones de las compañías estadounidenses extractoras de petróleo y gas de esquisto se desplomaron. “El sector del ‘shale’ en USA prácticamente está muerto. Un baño de sangre. Miles de millones de dólares borrados del capital”, escribió Javier Blas, en Twitter, jefe de corresponsales de energía de la agencia Bloomberg.
El analista presentó datos sobre la caída en un 44% de Occidental Petroleum. EOG cayó en un 35% y Continental REsources enun 40%. “Los jugadores más pequeños como Parsley cayeron en más del 50%”.
Blas advirtió que la caída de los precios del petróleo hasta US$ 35 el barril golpeó también sobre los gigantes petroleros mundiales. “La británica BP cayó en un 20%, la mayor caída en un día en los últimos 30 años y más fuerte que incluso luego del derrame de petróleo en el Golfo de México”, escribió el analista de Bloomberg.
El jefe de corresponsales de economía de The New York Times, Neil Irwin, apuntó en las redes sociales que si el petróleo costará US$ 30 el barril el día de las futuras elecciones presidenciales, será Joe Biden, el potencial competidor principal de Donald Trump, quien triunfe en Texas, el primer estado extractor de petróleo en USA.
“Lo que ocurre es una catástrofe natural para los extractores de ‘shale’, incluyendo a Chesapeake Energy Corp. y Whiting Petroleum Corp., que en vísperas del derrumbe ya se cotizaban en el nivel más bajo –dice Bloomberg-. Luego de que las petroleras quemaron centenares de miles de millones en los últimos decenios, el sector del ‘shale’ desencanta a los inversores, acumulando enormes deudas. Está acorralado en un rincón. Los bancos ya le cortaron las líneas crediticias y sólo el año pasado apuntaron mil millones de dólares en deuda”.
“La industria del ‘shale’ por sí misma se disparó una bala en la pierna al incrementar abruptamente la extracción”, considera Dan Pickering, gerente de activos de Pickering Energy Partners. Aunque ciertamente agregó que la reducción de extracción en el marco de la “OPEP+” también provocó es aumento de la producción de las compañías norteamericanas.
Ian Níber, director ejecutivo de RS Energy, pronostica la reorganización de centenares de productores independientes estadounidenses: “Esto a lo que llegamos es una seria falla del sector”, sentenció.
Los analistas consideran que con un precio de US$ S30 el barril, una parte de los extractores de esquisto o ‘shale’ no podrá incluso pagar por el arriendo de la tierra y cumplir con los aprobados programas de dividendos. Y, por último, tampoco generar flujos de dinero libres, lo que ha sido la obsesión del sector.
Si Rusia resolvió atacar el “shale” estadounidense, que iba conquistando nuevas porciones del mercado a medida que la “OPEP+” reducía el suministro, este proceso puede ser largo y doloroso para todos, ya que la extracción de “shale” puede restablecerse con rapidez y el sistema financiero de USA permite a las compañías reducir las pérdidas y cubrir los riesgos.
Aparecieron incluso versiones conspirativas que asegurar que el derrumbe de las operaciones no fue iniciativa de Rusia sino por acuerdo entre Moscú y Riad calculando la futura baja del dólar, algo por lo que lucha Donald Trump.