La rotura se produjo en horas de la tarde-noche en el barrio Castelli, donde los vecinos se vieron afectados inmediatamente por el agua que ingresó en sus patios y viviendas.
Una nueva rotura del acueducto arenales produjo grandes perjuicios en las viviendas del barrio Castelli.
Allí, la gran cantidad de agua anegó calles, ingresó en patios y viviendas; y destruyó parte del cordón cuneta y asfalto del sector donde se registró la rotura.
«No se puede hacer nada», lamentaban los vecinos mientras observaban la gran corriente de agua que bajaba por las calles del barrio y se introducía en las viviendas.