La docente británica fue condenada a seis años de prisión y quedó registrada como delincuente sexual de menores.
Hanna Harris tenía 21 años en el tiempo de los hechos cuando tuvo sexo en el parqueadero de una tienda minorista con un alumno de 14.
En la Corte de la Corona de St Albans se escuchó como la mujer, que era asistente de docente y en el tiempo de los hechos tenía 21 años, también le dio marihuana al adolescente en su automóvil.
A la maestra, que ahora tiene 24 años, le dictaron una sentencia de seis años después de declararla culpable de actividad sexual con un niño y además fue incluida en el registro de delincuentes sexuales “indefinidamente”.
La extrabajadora de la escuela Henlow, en Bedforshire (Inglaterra), negó los cargos en su contra, pero fue delcarada culmpable en el juicio.
La profesora se hizo pasar por la novia ficticia del menor y la madre de esta. De acuerdo con lo que supo la corte, llevó al adolescente al supermercado para “comprar sus dulces favoritos”, luego le compró una hamburguesa en McDonald’s y le permitió fumar marihuana en su automóvil.
Después tuvo relaciones sexuales con el niño en un estacionamiento de Wilko, una cadena minorista británica. La maestra participó en un engaño planeado junto con el joven a los padres de este, convenciéndolos de que el estudiante tenía una novia de nombre “Kayla” y que la madre de la chica estaba supervisando dicha relación.
En un mensaje de texto a los padres del menor Harris, haciéndose pasar por la madre de la supuesta novia, les dijo: “Parece que Kayla y… (el niño) se llevan bien, así que estoy feliz de llevarlos”. Pero realmente la profesora estaba teniendo sexo con su estudiante en el estacionamiento.
Harris fue descubierta en enero de 2020 cuando el hermano mayor del niño se enteró de la naturaleza de su relación con la maestra de su escuela.
Finalmente fue sentenciada a 6 años de prisión por tener sexo con un menor. El niño admitió que “Kayla”, su supuesta novia, y “Olivia”, su supuesta madre, eran ficticias.
Al sentenciar a Harris, la jueza Caroline Wigin le dijo: “Su conducta ha tenido un efecto devastador en la vida de ese joven”. Para la jueza el comportamiento era un “abuso de confianza”, “preparación” e involucraba una “planificación significativa”. “Me parece que hizo caso omiso de todas las advertencias que tenía”, dijo la jueza.
“Sabía muy bien, creo, que sus mensajes deberían haber sido capturados por usted e informados al personal superior. No hizo eso”, agregó. Harris comenzó a llorar cuando la jueza dictó la sentencia.