Pese a la gravedad de la denuncia, el acusado nunca fue detenido y ahora estaría viviendo con una menor de 11 años, hija de su pareja actual
Una mujer denunció que su expareja, con quien convivió durante más de 5 años, abusó sexualmente de sus dos hijas menores de edad durante casi todo el tiempo que duró su relación. Sin embargo, el acusado sigue libre y la mamá de las víctimas, Belén, apuntó a la Justicia por la falta de respuestas.
“La DDI tenía desde enero una orden para allanarlo pero recién fueron a buscarlo hace 3 días”, dijo a TN Belén, tras lo cual remarcó que el presunto abusador ya no se encontraba en ese lugar cuando llegaron los efectivos. “Lo tuvieron ahí todo el tiempo y esperaron a que se vaya para querer notificarlo y allanar”, cuestionó.
Un dibujo, la primera señal del horror
El caso salió a la luz cuando la mayor de las nenas se quebró y le contó a su mamá el secreto que había guardado durante años. Lo hizo primero a través de un dibujo estremecedor que expuso con claridad el calvario que había soportado.
Tras escuchar la confesión de su hija, Belén radicó una denuncia en la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) local, organismo que certificó que una de las menores sufrió abuso sexual con acceso carnal. Después, mientras pasaban los días y los meses y el acusado seguía libre, la mujer fue conociendo cada vez más detalles del horror que habían sufrido sus hijas.
Golpes, amenazas, el hombre llegó incluso a decirles a las víctimas que era su madre la que le pedía que les hiciera eso y así, a través del miedo, se garantizaba su silencio. Después de un año y medio, la pesadilla para ellas parece no tener fin. “No entiendo por qué demoraron tanto en actuar”, señaló y agregó: “La realidad es que la causa no se mueve porque no quieren”.
Sin palabras y escondido
Cuando Belén se enteró de todo, su primera reacción fue increpar al abusador. “Lo fui a buscar al taller en donde trabajaba y lo enfrenté en medio de una crisis de nervios”, recordó. Pero no obtuvo ninguna respuesta. “No salió palabra de su boca”, aseguró.
De acuerdo al relato de la mujer, el denunciado terminó escapándose de barrio jardín hace unos dos meses cuando ya casi todos los vecinos se habían enterado de lo ocurrido y empezaron a demostrarle su rechazo. Ahora ya no sabe cuál es su domicilio pero sí que se fue junto a su nueva pareja y la hija de esta. “Es una nena de 11 años que está en peligro”, advirtió.
El reclamo de justicia
En sus redes sociales, Belén también hizo público el caso y señaló que sus hijas nunca recibieron el acompañamiento psicológico que deberían haberles brindado. “Un abandono total del Juzgado de Familia y Niñez de La Plata que supuestamente intervienen en la causa pero no ayudan al bienestar de las nenas”, escribió indignada en Facebook.
En tanto, su hija mayor, la que destapó los abusos, “entra en crisis todo el tiempo” y “no quiere salir sola ni al kiosco de la esquina” por miedo a cruzárselo. “Necesito justicia por ellas”, pidió angustiada la madre, y concluyó: “Que sientan que se está haciendo algo por ellas”.