El ámbar gris es en realidad vómito de cachalote, una sustancia que segregan estos animales para ayudarse con la digestión y que en ocasiones acaba en el mar.
Una mujer tailandesa paseaba por una playa en la provincia de Nakhon Si Thammarat cuando se percató de que en la orilla había un enorme bulto extraño. Al examinarlo comprobó que olía ligeramente a pescado y que era cerosa.
Decidió cargar con el bulto, de unos siete kilos de peso, hasta su casa, situada a unos 500 metros.
Ahora la mujer podría ser la dueña del mayor pedazo de ámbar gris encontrado hasta el momento y según el precio de venta estimado, podría tener un valor de 260 mil dólares.
El ámbar gris es en realidad vómito de cachalote, una sustancia que segregan estos animales para ayudarse con la digestión y que en ocasiones acaba en el mar. Es ceroso e inflamable y se utiliza habitualmente en perfumería, por lo que a pesar de existir sustancias químicas sustitutivas, aún tiene un elevado precio.
«Si realmente tengo el ámbar gris genuino, puedo ayudar a mi comunidad una vez que encuentre un comprador para él», dijo emocionada la mujer, que ahora está esperando a que las autoridades acudan para verificar el hallazgo.