Melissa Sloan vive un drama debido a que nadie la quiere contratar por tener más de 800 tatuajes en su cuerpo. La mujer vive en Reino Unido y se reconoce como una adicta a los tatuajes. “Me dejo llevar por la corriente lo que me gusta me lo pongo en la cara”, comentó.
Ella estuvo varios años haciéndose múltiples diseños que la cubren desde la cabeza hasta los pies. Aunque el arte corporal sea cada vez más aceptado en la sociedad, en ámbitos como el laboral, sigue siendo una barrera para contratar personas.
A Melissa le ha costado mucho convencer a las empresas para que le dieron trabajo. La mujer tiene dos hijos y está abierta para conseguir cualquier empleo. Si bien asegura que la miran raro por la calle eso no le importa y piensa seguir agregándole tatuajes a su cuerpo.
“Es gratis, me los hago yo misma o mi novio que fue entrenado para hacerlo. Me dejo llevar por la corriente, lo que me gusta me lo pongo en la cara. También, me dejo llevar por la inspiración, me queda espacio y me lo pongo”, expresó.
En una entrevista que tuvo con el Daily Star, Melissa contó que en un acto escolar de su hijo no la dejaron pasar por su aspecto físico. Según ella, las autoridades le sugirieron que entrara por el jardín y mirara la clase por la ventana.