Una mujer de 90 años fue sacada de su casa y le vaciaron la cuenta bancaria

Rosa Peñalba, tenía una casa en el barrio La Floresta desde el año 1976, aproximadamente, hasta que una mujer que consideraba como una hija adoptiva, se apoderó de sus bienes y la dejó indocumentada.

miércoles 01/02/2023 - 11:11
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En diálogo con FM La Petrolera 89.3 MHz, la mujer de 90 años comentó el momento cuando descubrió que en su cuenta del banco, solo habían cuatro pesos: “Siempre discutíamos un poco porque no me traía las cosas que pedía. Un día me cobró y le pedí el documento, y me dijo que no. Le pedí la tarjeta de débito y ella dijo ‘¿Pará qué la querés? No deje ni un peso’».

“Y después fuimos al banco y habían cuatro pesos nomas. Y ella había cobrando $150 mil me parece, y se los guardó. explicó. Y aunque la denuncia se realizó correspondientemente, Rosa manifestó “no tengo cama, no tengo casa, no tengo nada”.

Teresa Peñalba, sobrina de la víctima, aclaró: “El domingo pasado se contacta una vecina del barrio a través de Facebook conmigo y ahí me dice “tu tía te necesita urgente”. Cuando la voy a ver, la encuentro atrincherada en su pieza, con mucho miedo, de que la mujer le gritaba, la maltrataba y le decía que la iba a sacar con la policía”.

“Y me decía “tengo miedo de que me prenda fuego la casa”, cuando yo fui no estaba obviamente. También me entero de que mi tía estaba completamente indocumentada, no tenía nada”, sostuvo.

La familia de Rosa pensaba que la mujer cuidaba de ella y la alimentaba, cuando en realidad pasaba un calvario: “Los vecinos eran los que le llevaban la comida. Yo me entero de todo esto cuando me cuenta mi tía”.

De esta manera, Teresa comenzó las gestiones para devolverle la documentación, porque sin lo básico no podría ni siquiera asistir al médico: “Como yo tenía que seguir haciendo trámites, me daba miedo dejarla sola porque ya digo mira si viene. Porque tenía llave, entraba y salía de la casa a su antojo”.

“Entonces, yo le digo a mi tía, “¿No quéres que cambiemos la cerradura?”. Y si llega a venir, y no queres hablarle, decile que hable conmigo”, expresó.

Y continuó: “Cambiamos la cerradura pero pese a eso no me sentía segura en dejar la tía sola, entonces le dije de ir a la casa de una sobrina política de ella mientras terminaba los trámites. Entonces la llevo, cenamos y nos avisa una vecina que estaba la mujer con un cerrajero”.

“Ella ahora tiene una prohibición de acercamiento hacia mí y principalmente hacía la tía, que dictaminó la jueza. Fuimos con la policía a retirar sus efectos personales y la mujer me culpa a mi por la situación que esta pasando mi tía porque “yo me la lleve”. Y de hecho, lo que le interesa nomas es quedarse con la casa, porque no se ha movido de ahí desde que cambio la cerradura”, apuntó.

Finalmente, comentó que está semana estarán estableciendo medidas cautelares y ampliando la denuncia, “porque hubieron cosas que la tía Rosa contó en la comisaría que no fueron plasmadas».

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