La víctima, de nombre Fernanda, señaló que “entraron al local la madre y la hija. Comenzaron a elegir ropa para probarse pero yo las veía en actitud sospechosa por lo que me acerqué a donde estaban y me di cuenta que habían varias perchas vacías. Cuando les comenté la situación comenzaron a agredirme intensamente”.
“Fue en ese momento que empezaron los gritos e insultos diciéndome que ‘nosotras no robamos’. Entonces allí fue que les respondí que si tienen ropa que la dejen y se vayan así no hay ningún tipo de problema, pero lejos de irse siguieron con las agresiones sobre todo la menor de 15 años que cuando dije que iba a llamar a la Policía me sacó el teléfono y lo lanzó por el aire”, dijo -según publica Con Sello Patagónico-.
En este sentido, resaltó que “las agresiones verbales luego se convirtieron en agresiones físicas, la menor me tenía arrinconada, me agarró de los pelos. Allí una señora que estaba en la puerta me miró y le hice señas para que llamará a la Policía pero fue peor porque la adolescente empezó a arrastrarme por toda la tienda”.
Angustiada la víctima comentó que “cuando yo empecé a forcejear con la chica fue el único momento donde la madre dijo que parará porque su hija estaba embarazada”.
Acto seguido ingresó al local personal de Tránsito que les comunicó a las agresoras que no se podían retirar del lugar hasta que llegarán los efectivos policiales para tomarle los datos y la denuncia correspondiente.
Finalmente, y aún estresada por la situación, Fernanda expresó “trabajo hace un año acá y nunca había vivido una situación así”.