El hecho sucedió en Kirovo, Rusia, cuando Evgenia Shulyatyeva, de 26 años, tomaba un baño en su casa. Al no poder comunicarse con ella, su madre, Vera, decidió acercarse hasta la vivienda, donde descubrió el cuerpo. Según la investigación, la mujer falleció instantáneamente al recibir una descarga de 220 voltios.
El caso, que se encuentra a cargo del Comité de Investigación ruso, es el último de una larga lista de muertes ocurridas en circunstancias similares en ese país. Entre las últimas víctimas se encuentran una nena de 10 años fallecida en agosto y una jugadora de póker, en junio.
Por este motivo, los expertos han advertido en reiteradas oportunidades sobre los riesgos de cargar un teléfono celular cerca de fuentes de agua o mientras se toman baños de inmersión.
Pocos meses atrás, menciona TN.com.ar, Yury Agrafonov, jefe del departamento de radioelectrónica de la Universidad Estatal de Irkutsk, había desalentado el uso de celulares conectados a la corriente eléctrica cuando se está en contacto con el agua, ya sea para enviar mensajes o escuchar música a través de auriculares.
«El agua es un buen conductor, es por eso que hubo un corto circuito cuando el teléfono cayó en la bañera», expresó el experto en referencia a la muerte de la campeona de artes marciales rusa Irina Rybnikova, que perdió la vida de la misma manera en diciembre del 2018. Al respecto, finalizó: «Si el teléfono no hubiera sido enchufado a 220 voltios, la tragedia no habría sucedido».