Pia Olden es de Noruega y compartió en un grupo de Facebook una serie de fotos en las que explicaba cómo había cocinado la carne de su caballo, que tuvo que ser sacrificado. En el posteo recibió todo tipo de comentarios y hasta amenazas de muerte.
Pia Olden es una joven noruega de 18 años que tiene dos pasiones: la cocina y los caballos. En 2018, su familia tuvo que sacrificar a su caballo, llamado Drifting Speed, debido a una enfermedad. Desde entonces, han guardado la carne del animal en el congelador.
Hace unos días, Olden compartió en un grupo de Facebook una serie de fotos en las que mostraba cómo había cocinado la carne de su caballo. Luego se la comió. Desde entonces, ha recibido varias amenazas de muerte.
Olden, que está estudiando para ser chef, publicó en un grupo de Facebook un mensaje en el que decía “es un poco extraño comerme a mi propio caballo, pero mi corazón de chef decía que debía hacerlo”. Junto al mensaje, una serie de fotos en las que describía cómo había cocinado la carne del animal con pimientos y mango. “Si voy a comer carne de caballo, que sea la del mío”.
Tras la publicación, Olden recibió numerosas críticas. “Algunos han contestado diciendo que merezco ser asesinada por comerme a mi propio caballo. Otra persona escribió que debería perder el derecho a tener animales”, explica al diario Dagbladet.
También denunció que la mayoría de comentarios y amenazas que ha recibido proceden de otras amazonas. En su opinión, lo único que estaba haciendo era honrar a su caballo.
“Es peor para la carne ser enterrada y devorada por los gusanos”, se defiende la joven, quien ha querido aclarar que al criarse en una granja su relación con los animales “es más realista” y su percepción sobre la carne “es distinta”. Tras las numerosas críticas recibidas, Olden decidió eliminar el post de Facebook.
Según esta aprendiz de chef, el tema de la carne de caballo “es un tabú en la comunidad ecuestre”, aunque reconoce que no estaba preparada para la gran cantidad de críticas que ha recibido. “Creo que nadie debería controlar lo que hago. La carne de caballo es comestible, y cuando sacrificaron al mío, pensé que comérmelo era lo correcto. Es la mejor carne que he probado nunca”. 4