Nicki Bille Nielsen, conocido como Nicki Bille o “Bille the Kid”, ha vuelto a estar en el centro de la controversia después de ser arrestado y enviado a prisión en Dinamarca por un intento de robo en un supermercado. A sus 36 años, este futbolista danés, cuyo prometedor inicio en el fútbol profesional quedó eclipsado por problemas extradeportivos, suma un nuevo incidente a su pasado tumultuoso.
En esta ocasión, Bille intentó sustraer productos con un valor total de 20 euros (casi 22 dólares), incluyendo vino de cartón, jugo y sopa instantánea tailandesa. Lo que parecía un hurto menor escaló rápidamente cuando el futbolista amenazó al personal del establecimiento, enfrentándose verbalmente a uno de los empleados con frases como “te romperé la mandíbula para que tengas que comer yogurt durante seis semanas”. El incidente culminó con la declaración de culpabilidad por parte de Bille y la imposición de una condena de cuatro semanas de prisión.
La trayectoria de Bille, iniciada con su debut en el FC Copenhague, lo llevó a jugar en distintos equipos europeos, además de las selecciones juveniles de su país. Tras pasar por la Reggina Calcio y otros clubes italianos, regresó a Dinamarca para unirse al FC Nordsjælland, antes de firmar en 2010 con el Villarreal Club de Fútbol. En España, además de jugar para el Submarino Amarillo, fue cedido al Elche y al Rayo Vallecano. En 2013, se trasladó a Noruega para unirse al Rosenborg Ballklub, continuando una carrera que prometía grandes cosas en sus comienzos, pero luego se fue diluyendo.
Sin embargo, su vida personal ha estado plagada de incidentes legales que han empañado sus logros deportivos. En 2018, tras pasar un mes encarcelado en Mónaco por agredir a dos mujeres, el Panionios de Grecia decidió rescindir su contrato. En 2015, fue condenado a prisión condicional y trabajos comunitarios por morder a un agente de policía en Copenhague. En 2019, Bille enfrentó cargos por romperle la nariz a un portero de discoteca, amenazar a una enfermera y a un ciclista con una pistola de aire comprimido, además de ser hallado en posesión de cocaína.
El mismo año, vivió un episodio violento en su propia casa cuando fue atacado con una escopeta de perdigones durante la Navidad, lo que resultó en su hospitalización. Este conjunto de situaciones complicadas en su vida personal hicieron que los titulares sobre Bille se centren más en sus problemas legales que en sus habilidades dentro del terreno de juego.
Actualmente, Nicki Bille juega en el Lyngby BK de Dinamarca. Sin embargo, su talento futbolístico, que alguna vez prometió llevarlo a grandes alturas, parece haber quedado relegado frente a sus constantes batallas con la ley. Este último incidente del robo lo depositó nuevamente tras las rejas y mantiene en vilo el futuro de un futbolista cuya carrera podría haber narrado una historia muy diferente.