La familia de la víctima sostiene que nadie se hizo responsable por lo que pasó y pide ayuda para afrontar el tratamiento de su hija.
Una nena de tres años fue víctima de una inexplicable negligencia en un restaurante de la localidad bonaerense de Florencio Varela. Una empleada se tropezó con ella cuando salía de la cocina del lugar y le volcó aceite hirviendo encima. “Briana está muy mal, tiene la cara completamente quemada”, se lamentó su mamá.
La desesperación de Graciela, la mamá de la víctima, atraviesa la pantalla cuando recuerda cómo terminó Briana en una cama del Hospital de Niños de La Plata, con el 12 por ciento de su pequeño cuerpo quemado y al borde de tener que enfrentar una cirugía.
En diálogo con el programa Nosotros a la Mañana (Eltrece), la mujer contó que mientras esperaban que les trajeran la comida Briana se levantó de la mesa porque tenía ganas de ir al baño y, casi en paralelo, una empleada del local salió de repente de la cocina y se tropezó con la nena. “Llevaba una sartén con aceite hirviendo y se le volcó encima”, apuntó entre lágrimas.
Los segundos posteriores fueron dramáticos. Graciela recuerda los gritos de dolor de su hija y a ella misma pidiendo ayuda pero estaban prácticamente solas. Solo había una pareja además de ellas comiendo en el lugar y llamaron a una ambulancia, que nunca llegó. “Nos trasladó un patrullero porque no vino nadie”, remarcó Graciela, que además es mamá de un varón de cinco años y está embarazada de cuatro meses.
Briana recibió las primeras curaciones en el hospital más cercano, pero debido a la gravedad de las quemaduras que presentaba la derivaron primero al Hospital de Quemados y después, como allí no había cama, fue trasladada al Hospital de Niños platense, donde sigue internada y no descartan todavía someterla a un trasplante de piel si la evolución de la menor no es la que esperan.
“Tiene toda la cara, el cuello, los brazos quemados, me parte el alma verla así”, precisó la mujer. Por otro lado, hizo hincapié en “el abandono de persona” que sintió por parte de los responsables del restaurante. “Todavía no se comunicaron conmigo, ni siquiera disculpas pidieron”, subrayó Graciela, tras lo cual indicó que lo único que hicieron fue tirarle “un balde de agua fría” a Briana para refrescarle la piel apenas ocurrió el accidente.
Sin salir de la conmoción y sin poder dejar de llorar, la madre contó que ese día había tenido que ir a hacer un trámite y no tenía con quién dejar a la nena por eso la llevó con ella. Cuando se hizo el mediodía, pasó por un local de comidas rápidas y quiso darle un gusto a su hija. “Una vez al mes la llevo a comer una hamburguesa con papas fritas porque le gusta, y me la llevé toda quemada”, cerró angustiada.
Por delante, Graciela sabe que a su hija le espera una larga recuperación para la cual, además de tiempo y paciencia, va a necesitar mucho dinero. En la misma entrevista, sostuvo que actualmente está desocupada y que su marido se gana la vida como albañil, por lo que ofreció un número de celular para aquellos que puedan colaborar con su familia: 1124855883.