El Secretario de Trabajo de la Nación, Jorge Triaca, es acusado de desviar fondos del sindicato de vigiladores privados hacia empresas vinculadas a su familia.
El nuevo escándalo sindical que salpica a Jorge Triaca sigue escalando. Después de la denuncia judicial por un fraude millonario en el gremio de vigiladores privados (UPSRA) -intervenido por la Secretaría de Trabajo- ahora apareció una cámara oculta que serviría como prueba del desvío de fondos.
Como se supo al comienzo de esta semana, un grupo de afiliados acusa a Triaca por el supuesto desvío de $15 millones del sindicato a empresas supuestamente vinculadas con su familia. En las imágenes que difundió anoche el programa ADN Recargado en C5N, se ve a dos allegados del secretario de Trabajo con bolsos de plata en una de esas compañías.
Se trata del chofer Adrián Corti y Patricio Castro, un hombre cercano a la familia de Triaca que -como aseguran desde UPSRA- el funcionario incluso buscaba imponer como candidato en el gremio una vez que terminara la intervención, ya que se convocó a elecciones para enero del próximo año. En el gobierno no desmienten el nexo de Triaca con Castro, aunque aclaran que «tiene una agrupación política opositora en el sindicato, pero no encabezará ninguna lista».
La cámara oculta fue filmada en las oficinas de Cristian Raúl Felice, que también era integrante de una de esas empresas vinculadas a Triaca pero se alejó del grupo y ahora motoriza una denuncia por «extorsión, cohecho y enriquecimiento ilícito», que tiene a cargo el juez Daniel Rafecas.
Además de Corti y Castro, la denuncia salpica al cuñado de Triaca, Sergio Borsalino, y a Patricio Lombilla, delegado «normalizador» en UPSRA.
El modus operandi denunciado en UPSRA sería el mismo que usó en el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), donde también bajo su intervención nombró a allegados a su familia y desató un escándalo por desvío de fondos.
En rigor, ambos casos demuestran que en términos políticos las intervenciones de Triaca son una catástrofe. Lejos de una gestión pública técnica e imparcial, lo que se denuncia es que generan empresas para prestar servicios -en este último caso, de seguridad-, a las que el gremio contrata -e incluso se cree que sobrefactura- y luego inventa listas con sus allegados para ganar la elección interna una vez finalizada la intervención. Sin embargo, la jugada le sale mal porque elige aliados que terminan yendo en su contra, con denuncias o cámaras ocultas para probar el fraude.
En el caso de los vigiladores privados, el monto desviado sería en concepto de los seguros de vida de los trabajadores que no habrían sido pagados por la entidad gremial. Si bien en el video casi no se percibe el audio, Castro y Corti estarían contando el dinero que retiraron del gremio. Según dicen fuentes vinculadas al hecho, lo que se difundió fue solo un pequeño fragmento pero Rafecas contaría con un tape mucho más extenso donde quedaría en evidencia toda la maniobra.