La cámara, controlada por inteligencia artificial, encuadraba frecuentemente al juez de línea en lugar de centrarse en el balón de fútbol.
La inteligencia artificial es capaz de lograr cosas asombrosas. Pero, claramente, todavía hay situaciones en las que necesita perfeccionar su funcionamiento para llegar a comportarse como un ser humano. El ejemplo más reciente es el de una cámara controlada por inteligencia artificial que, durante la retransmisión de un partido de futbol, confundió el balón con la cabeza de un juez de línea calvo. ¿El resultado? Que siempre apuntaba hacia este en lugar de hacerlo donde estaba el balón.
El suceso ha ocurrido en Escocia. Allí, el equipo Caledonian Thistle FC decidió apostar por cámaras controladas por inteligencia artificial en lugar de utilizar los clásicos operadores de cámara. «El sistema Pixellot utiliza cámaras con inteligencia artificial y tecnologías de seguimiento de balón», anunció el club tras su implementación.
La inteligencia artificial aún tiene que entrenar
El problema llegó días después cuando, en un partido, la cámara tuvo que enfrentarse a la cabeza de un juez de línea calvo. En ese momento, el sistema lo confundió con el balón y, erróneamente, comenzó a encuadrarle en el centro, en lugar de poner el foco en la jugada en cuestión.
El problema molestó especialmente a los seguidores del equipo dado que, por las restricciones derivadas de la COVID, el partido se tuvo que jugar a puerta cerrada (sin espectadores en el estadio). La única forma de seguir el encuentro, por lo tanto, era mediante la retransmisión en televisión. Y claramente, la inteligencia artificial no estuvo especialmente inspirada. De hecho, algunos seguidores incluso se quejaron en Twitter de que, por la realización errónea, no pudieron ver varias jugadas importantes del partido, incluyendo uno de los goles.
En el vídeo se puede apreciar cómo la cámara cambia el encuadre frecuentemente, llegando incluso a sacar el balón de la escena para centrarse únicamente en el juez de línea. El resultado, aunque pueda resultar curioso, demuestra que el sistema aún no está listo para esta labor.