El incidente ocurrió el lunes por la noche dentro del predio donde están aislados 250 pacientes asintomáticos o con síntomas leves. Dos enfermos habían denunciado la desaparición de sus teléfonos en el transcurso de la noche.
Habían pasado apenas 33 días desde la apertura del Centro de Aislamiento de Costa Salguero para el uso y alojamiento de pacientes leves contagiados de coronavirus. Incluso, las autoridades del lugar destacaron la unión, la amistad y el fuerte vínculo que se forjó entre todos los “residentes” durante sus estadías, consigna Infobae.
Sin embargo, en la noche del lunes se vivió un hecho de inseguridad y de violencia que nadie imaginó. Ocurrió en el lugar menos esperado. Dos de los contagiados denunciaron que entre la madrugada del domingo y la mañana del lunes les habían robado sus teléfonos celulares.
En el transcurso del día hizo pública la queja entre todos los presentes. Cerca de las 19 horas, se notificó sobre el hecho a representantes de la Comisaría Comunal 14 de la Ciudad de Buenos Aires, quienes tomaron la denuncia.
Así, ya por la noche los dos damnificados identificaron al presunto ladrón y se lo comunicaron a las autoridades del centro.
Poco después, mientras efectivos policiales y médicos presentes, todos con vestimentas de protección blancas y amarillas, intentaban aislar al acusado, la situación se fue de las manos cuando entre decenas de los contagiados trataron de linchar al acusado del robo.
Como desenlace de la situación, la policía aprehendió al acusado del delito y lo llevó a otro punto de aislamiento que hasta el momento no fue revelado.
El centro de aislamiento de Costa Salguero cuenta con una capacidad para 700 pacientes. Está separado en seis sectores: tres destinados para hombres, dos para mujeres y el restante destinado a la organización y operaciones logísticas.
Cada uno de los sectores cuenta con un comedor, un área de recreación, un módulo de duchas y baños y una posta de control sanitario.
El personal está integrado por 285 personas: 120 promotores de la salud, que son quienes mantienen el contacto diario con los pacientes, 10 enfermeros, dos médicos y luego también hay empleados de limpieza, policías y técnicos.