Peña volvió a presentarse en Diputados tras quedar debilitado e intentó despegarse de la crisis: El jefe de Gabinete buscó centrar su presentación en los “logros” en seguridad. No respondió las preguntas de la oposición, que desde la mayoría de los bloques reclamó que el Gobierno reformule el proyecto de Presupuesto, el cual confirmó.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, trató de despegarse sin suerte de la crisis económica social, al abrir su informe ante la Cámara de Diputados con un discurso sobre los “logros” en seguridad y lucha contra el narcotráfico. Desde la bancada del FpV-PJ arremetieron contra la política económica del Gobierno y el acuerdo con el FMI con un reclamo común de todos sus diputados: “rehagan el presupuesto”. Peña no respondió las preguntas, ratificó el presupuesto 2019 y trocó la quimera del “segundo semestre” por el segundo mandato del oficialismo. “En el primer mandato de Cambiemos estamos haciendo las reformas para poder crecer de forma sustentable”, dijo y, en modo campaña, lanzó el desafío: “Las diferencias de diagnósticos y modelos se resolverán en la arena electoral”. El grueso de las bancadas opositoras criticó duramente el presupuesto y las “mentiras” del ministro coordinador, aunque en el peronismo federal no estuvieron sus principales espadas en el recinto y el massismo reclamó cambios en los “mentirosos” cálculos de ingresos y egresos del Estado nacional para el año próximo.
En su reaparición pública en Diputados tras la devaluación de su poder en el seno del gabinete, a Peña lo esperaban más de 1200 preguntas preparadas por los diputados de todos los bloques, relacionadas con el déficit primario y financiero, tipo de cambio, variación del PBI, e inflación IPC nacional. Pero el jefe de Gabinete dedicó su informe de gestión a la seguridad, la lucha contra el narcotráfico y la Justicia.
La oposición se encargó de corregir el rumbo y la interpelación pasó por la política económica y el presupuesto 2019. “Llama la atención que persistan con las mismas políticas; cambian el funcionario y siguen con las mismas políticas… Es la peor de las respuestas, es sordera. Los resultados tremendos están a la vista de todos, menos del Gobierno”, abrió el fuego Axel Kicillof (FpV-PJ). Después de repasar las secuelas que dejará el último año del mandato de Mauricio Macri, entre ellos un “brutal endeudamiento” externo que llegará al “cien por ciento del PBI”, y de querer arrastrar a la oposición a votar un “presupuesto que nació muerto”. “Ya no sirven las proyecciones, por eso le decimos: rehagan este presupuesto, traigan uno que podamos discutir; pero no solo por eso: su única política es el ajuste, el déficit cero”, remató Kicillof.
El diputado y dirigente de la CTA Hugo Yasky describió que “crece la ola de despidos en todo el país” y que en el conurbano bonaerense se registra “un 3,5 por ciento por encima del promedio de desocupación de América latina”. Un coctel que, combinando “con la inflación y la recesión, genera hoy un verdadero dolor y penuria social”.
“El endeudamiento externo e interno ha convertido al presidente Macri en el más endeudador de toda la historia del país”, sumó al matancero Fernando Espinoza. “Están esquilmando a las provincias, les están sacando recursos de transferencias corrientes”, reclamó el sanjuanino José Luis Gioja. Todos los diputados patagónicos del FpV-PJ criticaron duramente el recorte de las asignaciones familiares y jubilaciones en zonas desfavorables.
Peña pasó de largo las preguntas y esquivó sus respuestas. “Ratificamos este presupuesto, ratificamos las medidas que estamos tomando para ordenar la economía argentina, ratificamos la prioridad en el cuidado social, ratificamos la profundización del federalismo. Y esperamos que a través del diálogo parlamentario se pueda lograr el mayor consenso posible”, dijo y desafió al kirchnerismo: “Tenemos un diagnóstico distinto sobre el país que recibimos, sobre lo que hicimos nosotros, y seguramente el año próximo en la arena electoral se podrá plantear”.
El peronismo federal se repartió entre críticas y pedidos para sus provincias. El misionero Jorge Frana pidió la continuidad de las “moratorias previsionales porque no son dádivas”. El pampeano Ariel Rauschenberger y la chubutense Rosa Muñoz reclamaron partidas presupuestarias y para obras que el Gobierno no envió tras la negativa de las provincias a adherir a la adenda fiscal. El cordobés Juan Brugge cuestionó el “descalabro” que permitió a la “bicicleta financiera fugar 52 mil millones de dólares”. El salteño Miguel Zottos se quejó por el precio de la nafta y pidió una solución para quienes tomaron créditos UVA y pagan “altísimos intereses”.
Peña se limitó a decir que el gobierno de Cambiemos “distribuyó mas plata a las provincias” y profundizó el federalismo.
El massismo también desplegó sus críticas. Mirta Tundis cuestionó el peligro que se cierne sobre el Fondo de Garantías de Sustentabilidad de la Anses. Daniel Arroyo se refirió a la crítica situación de las familias endeudadas para pagar servicios y medicamentos, además de reclamar un efectivo control sobre los productos de “precios cuidados”. Desde el Movimiento Evita, Araceli Ferreyra, también bregó por rechazar el presupuesto. Lo mismo hizo Nicolás del Caño (FIT).
Los cierres incrementaron las críticas. “Este ajuste aterra. Nos lleva a un submundo”, dijo la jefa del bloque massista, Graciela Camaño, y sostuvo que “fueron muchos los desaciertos, la soberbia y las mentiras” de la gestión macrista. “Estamos ante una crisis de deuda externa que ustedes generaron. Deben hacerse cargo”, reclamó Camaño.
“La Argentina está peor que hace cuatro años. Cuando asumieron el país no estaba en crisis. Tenían un país desendeudado, con bajos niveles de desocupación y fíjense lo que hicieron: aumentaron la inflación, aumentaron la desocupación, quebraron empresas, tenemos las tasas de interés más caras del mundo”, remarcó Agustín Rossi (FpV) y preguntó: “¿A quién le van a echar la culpa si ganan las elecciones?”
La palabra final la tuvo el jefe del interbloque de Cambiemos. El radical Mario Negri también evitó hablar de la economía y descargó sus críticas sobre los 12 años de kirchnerismo, pero ya no pudo evitar que Peña se fuera del recinto mas golpeado que nunca.