El concursante dejó sin palabras a Laurita Fernández, quien actualmente reemplaza a Guido Kaczka en el programa de eltrece.
Bienvenidos a bordo (eltrece) es conocido por sus juegos extravagantes, los cómicos chistes de su conductor y por ser el escenario de algunos de los momentos más ridículos de la televisión. Ya sea por concursantes que van disfrazados de algún extraño personaje o por las chicanas entre Guido Kazcka y sus compañeros, los fragmentos del concurso de juegos suelen viralizarse en las redes sociales. Pero, por lejos, el segmento que más popularidad ganó es el de los parecidos, especialmente porque rara vez sucede que un concursante realmente se parezca a la celebridad en cuestión. Pero, en la última edición, esto cambió.Un participante de Bienvenidos a bordo dejó a todos mudos por su gran parecido a Robin Williams
El programa conducido por Kackza -quien actualmente fue reemplazado por Laurita Fernández- sirvió de escenario para una larga lista de mal entendidos y todo gracias al juego de las puertas. El mismo consiste en que los concursantes, ya sea porque se anotan ellos mismos o porque los inscribe un conocido, acuden al estudio y aseguran que se parecen a algún famoso. Este puede ser desde un renombrado deportista, una influencer o, incluso, una figura política. Una vez frente a las cámaras, la conductora y sus asistentes deben adivinar de quién se trata.
El problema con este desafío es que no es muy común que el que se presente a jugarlo sea realmente parecido a quien dice. Así, se dieron muchos incómodos momentos. Por ejemplo, el día en el que Guido Kaczka creyó que tenía en frente al imitador del cantante de Vilma Palma e vampiros pero, en realidad, se trataba de Brad Pitt. O el programa en el que Francesca, una de las asistentes, juró y perjuró que el participante era un doble de Néstor Kirchner cuando el hombre se había anotado como el doble del actor Dustin Hoffman.
De estos sucesos hay mil ejemplos. Por el contrario, es muy poco frecuente que alguien sea reconocido por todos en cuanto atraviesa la puerta. Lo habitual es que, antes de dar con la opción correcta, haya una serie de idas y vueltas, un par de debates y varias respuestas erróneas.
Sin embargo, en el episodio del martes se dio algo que sucedió muy pocas veces. El participante entró y los presentes supieron inmediatamente de quien se trataba.
Con una dulce sonrisa, los ojos claros enmarcados por un par de párpados caídos y una nariz muy particular, un vecino de Quilmes parecía la viva imagen de Robin Williams. El hombre se paró frente a las cámaras y aclaró que, no importa a dónde vaya, siempre le recalcan que es igual al actor. La emoción que generó su presencia fue duplicada por el hecho de que muchos recordaron que el artista, conocido por películas como Mrs Doubtfire, La sociedad de los poetas muertos y Patch Adams, se quitó la vida en 2014.
Robin Williams, a lo largo de toda su carrera, se encargó de llevarle una sonrisa a todo aquel que mirara una de sus películas o series. Al mismo tiempo, batallaba silenciosamente contra la depresión y la ansiedad, pero las primeras etapas de la enfermedad degenerativa fueron demasiado para él. Tenía apenas 63 años.
LA NACION