Se trata de Marcos Acevedo, un taxista que estaba dentro de su auto en la entrada del boliche Le Brique la noche del ataque.
A más de diez días del asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, el testimonio de un nuevo testigo podría definir la suerte de los rugbiers imputados. Se trata de Marcos Acevedo, un taxista que, según su relato, estaba dentro de su auto en la entrada del boliche Le Brique, donde sucedieron los hechos. Esa noche, el conductor vio cómo un hombre de seguridad sacó a Fernando por la puerta principal. «Se notaba que era un chico calmo, tranquilo. Desde adentro del auto vi cómo trataba de explicarle al muchacho de seguridad que él no tenía nada que ver y que quería ingresar nuevamente al boliche. Cuando no logra su cometido, se retira», explicó el testigo en declaraciones al canal de noticias TN.
Minutos más tarde, Acevedo vio cómo fueron sacados los rugbiers «forcejeando y alterados» desde la puerta lateral del local bailable. De acuerdo a su relato, por la ubicación de su auto, tenía vista a las dos salidas del lugar. «En ese momento se pusieron a discutir con los patovicas para ingresar nuevamente. Al no poder hacerlo, escucho que dicen ‘hay que ir a c***lo a palos’», detalló. «Cruzaron la calle corriendo y cuando miro a mi izquierda, veo que se dirigen directamente a ese chico, a Fernando. Después, lo conocido por todo el mundo y lo que se vio en los videos», agregó.
El taxista contó además que vio cómo un chico de camisa blanca le daba, «como mínimo, cuatro golpes de puño en la cara». En este sentido, afirmó: «Fernando queda desvanecido. Me daba cuenta por sus brazos, no lograba defenderse ni taparse la cara». Y sumó: «Cuando él estaba ensangrentado en el piso y le deja de pegar el chico de camisa blanca, quedó tendido y trató de apoyar el brazo izquierdo y levantar la cabeza. En ese momento, vino otro muchacho de camisa azul y le pegó una patada en la cabeza tremenda. Para mí, el golpe letal es ese. La patada en la cabeza fue criminal».
Su testimonio, presentado por el defensor de los padres de Báez Sosa, Fernando Burlando, se da luego de que los imputados fueran sometidos a cuatro ruedas de reconocimiento y trasladados al penal de Dolores desde Pinamar. Allí, los jóvenes Luciano Pertossi (18), Ayrton Viollaz (20), Matías Benicelli (20), Alejo Milanesi (20), Blas Cinalli (18) Juan Pedro Guarino (19), Máximo Thomsen (20), Enzo Comelli (19), Ciro Pertossi (19) y Lucas Pertossi (20) estarán aislados del resto de los reclusos.
Según pudo saber PERFIL, permanecerán bajo estricta vigilancia y control hasta que el juez dicte la prisión preventiva, en caso de corresponder, y en tal caso los imputados serán asignados a otra unidad conforme se resuelva oportunamente. El crimen de Fernando Báez Sosa ocurrió el sábado 18 de enero, alrededor de las 4.50, a la salida del boliche «Le Brique», en la avenida 3 y Paseo 102, en pleno centro de Villa Gesell. El joven estudiante de Derecho fue atacado a golpes de puño y patadas por parte del grupo de rugbiers que le provocaron la muerte. Tras la brutal golpiza, una chica de 17 años llamada Virginia intentó practicarle al adolescente Reanimación Cardio Pulmonar, pero no logró salvarle la vida.