Un macabro hecho conmocionó a la comunidad de Nueva Jersey, en Estados Unidos, luego de que se diera a conocer el caso de un nene de seis años que murió luego de que su padre lo obligara a hacer una rutina de ejercicio extrema. Según el argumento del agresor, lo hizo correr en una cinta sin parar porque creyó que “estaba demasiado gordo”.
A pesar de que la víctima, identificada como Corey Micciolo, perdió la vida en el 2021, el suceso se dio a conocer recién ahora ya que acaba de iniciar el juicio en contra de su progenitor, Christopher Gregor (31), en donde se lo acusa de asesinato en primer grado.
Entre las primeras pruebas que presentó la defensa, se encuentra el video de una de las cámaras de seguridad del gimnasio al que Gregor llevó a su hijo en el edificio donde vivían. En esas imágenes, se puede ver cómo obligaba al nene a correr en una cinta mientras le aumentaba la velocidad. Incluso, se puede ver cómo se tropieza y se cae en varias ocasiones en tanto intenta seguir el ritmo que le imponía su papá.
De aquel suceso, que ocurrió el 20 de marzo de 2021, pasaron dos semanas hasta que el acusado llevó al chico a un hospital después de que se levantara de una siesta con náuseas y dificultad para respirar. De acuerdo a su testimonio, Corey “arrastraba las palabras” y decía sentirse mal. Una vez en el centro de salud, le realizaron una tomografía, pero comenzó a sufrir convulsiones. A pesar de que intentaron reanimarlo, el nene perdió la vida en el lugar.
Tras obtener los resultados de la autopsia, el caso fue revisado por dos forenses que concluyeron que la víctima murió por lesiones con un objeto contundente en el pecho, lo cual presentaba evidencia de abuso físico.
Luego de que la fiscalía de Nueva Jersey presentara el video de las cámaras del gimnasio como prueba, la Policía detuvo a Gregor y fue acusado bajo los delitos de poner en peligro la vida de un menor de edad (por el hecho registrado) y por asesinato en primer grado, donde se argumentó que “causó lesiones corporales graves que resultaron en la muerte de otra persona”.
Actualmente, el agresor se encuentra detenido sin derecho a fianza en la cárcel del condado de Ocean y, de declararlo culpable, podría enfrentarse a una condena de cadena perpetua.
