El padre se había retirado del domicilio por unos minutos y al regresar se encontró con las llamas en donde su hijo quedó malherido y el otro se pudo escapar con lo justo del lugar.
Milo, de tan solo cuatro años de edad, no pudo salir de su casa y sufrió quemaduras muy importantes. Al ver las llamas, el pequeño se ocultó en un dormitorio donde posteriormente fue salvado por inspectores de tránsito que justo transitaban la zona. Los mismos rescataron al niño antes de que la situación pasara a mayores.
Bomberos Voluntarios de la 16º Unidad apagaron el fuego y el nene fue enviado de urgencia al Hospital Zonal donde informaron que el 80% de su cuerpo sufrió quemaduras graves y sus vías respiratorias quedaron muy delicadas.
Actualmente analizan de enviarlo de forma urgente al Hospital Garrahan dado que permanece en la unidad de terapia intensiva de pediatría con un estado de salud muy delicado.