Fue un vecino que caminaba por la zona quien escuchó los gritos de Benito, un niño de 4 años que había caído dentro del pozo que luego constataron que tiene hasta 100 metros de profundidad. Para colmo, los mismos vecinos que colaboraron salvando al nene, taparon el pozo para que no volviera a suceder un episodio similar, sin embargo personal municipal lo volvió a destapar y colocó un cartel como único método de precaución.
El lunes pasado Benito, un nene autista de 4 años, cayó dentro de un gran pozo en el barrio Próspero Palazzo. Ante los desesperados gritos del menor, un vecino que merodeaba la zona pudo escucharlo y enseguida alertó a otros vecinos que colaboraron con el rescate junto a personal policial.
Se trata de un pozo de hasta 100 metros de profundidad producto de la lluvia, en un terreno altamente resbaladizo por su naturaleza gredosa, lo que significa un peligro enorme para quienes transitan por allí.
Ante esto, luego de la fortuna de haber podido salvar a Benito ileso, los mismos vecinos decidieron tapar el pozo con lo que tenían a la mano para evitar que se repitan episodios similares.
Sin embargo, personal municipal que arribó al lugar volvió a destapar el pozo y colocó un cartel en las proximidades como único método de prevención, dijo sumamente enojada una vecina. “Pusieron carteles y se fueron con la promesa de hacer algo más”, detalló al respecto.
Asimismo, el padre de Benito agradeció a los vecinos por medio de la Unión Vecinal del barrio Próspero Palazzo. “Le agradecemos mucho al vecino que lo encontró y a los vecinos que se movilizaron”.
Sobre el hecho, mencionó que “somos nuevos en el barrio, no conocíamos mucho el lugar, supimos que existía el pozo cuando pasó esto”.
En la misma sintonía, relató que el pequeño “abrió el portón y salió en un descuido” y que “se metió en una zona muy gredosa, parece que está firme pero es todo suelto. Así que hay que tener cuidado, todos los que pasen por ahí”.
